Con alas y al corazón

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Lo que hoy es una moda entre adolescentes y adultos, constituye en realidad un serio problema de salud en nuestro país, porque el alcohol combinado con las llamadas bebidas energetizantes, es una bomba de tiempo con fatales consecuencias.
En los últimos tiempos la literatura médica registra cada vez más casos de jóvenes que sufren infartos al miocardio o cerebrales, a causa del consumo excesivo de estas bebidas.
Países como Francia, Dinamarca y Noruega han restringido su venta en las farmacias, mientras que en Argentina prohibieron su distribución en los centros de diversión, porque los últimos reportes médicos hablan de un aumento de infartos por tomar energizantes con alcohol, en personas entre los 25 y 40 años sin factores de riesgo cardíaco.
Aunque en México están registradas cinco empresas productoras y distribuidoras de estas bebidas, en el mercado hay más de 20 marcas de energizantes o estimulantes.
Estas bebidas son productos de origen alemán, austriaco, estadunidense y mexicano. Su precio, sin alcohol, va de los 15 hasta los 25 pesos, mientras que en los bares, combinadas, llegan a costar más de 100 pesos.

El ritmo nocturno
Si bien la recomendación para el consumo de este producto es de dos latas por día, en los bares y centros nocturnos la cantidad de latas que circulan es alarmante. Los principales consumidores son jóvenes de entre 18 y 30 años, explica “Luis”, gerente de un centro nocturno de moda. “Las piden bastante. Desgraciadamente la gente las consume por moda, a cantidades impresionantes. Se están haciendo adictos. Si llega una mesa de 10 personas y te piden botella, consumen hasta una reja de estas bebidas. En promedio una persona ingiere seis energetizantes con alcohol”.
Lo que en un inicio fue una bebida para combatir el cansancio es hoy un ingrediente principal en las noches de fiesta de los jóvenes, que tienen la creencia de que así podrán rendir más.
Al principio la combinación favorita era con whisky. Hoy las preferencias abarcan hasta el tequila, comenta “Hugo”, mesero de un bar de la ciudad. “Te puedo decir que de 100 clientes, 20 consumen estas bebidas. Unos 30 por noche”.
Algunos jóvenes argumentan que las ingieren simplemente por el sabor y aceptan desconocer los factores de riesgo. Este es el caso de “Tania”, consumidora de energetizantes. “Me gusta por el sabor. Le da un pequeño toque, pero en lo personal no me altera. Me habían dicho que si las tomaba me podría hacer daño al corazón. Muy informada no estoy”.

Focos rojos
En marzo de este año el Instituto Mexicano del Seguro Social informó sobre los riesgos que acarrea consumir bebidas energizantes, entre los que destacan efectos en el sistema nervioso central y en las funciones del corazón. Pueden ocasionar hasta la muerte, sobre todo si se las mezcla con alcohol.
Especialistas de la institución precisaron que “por ningún motivo” es recomendable consumir estas bebidas, para las que lamentablemente “no existe ninguna restricción” para su venta.
La dependencia reportó que los principales segmentos sociales que acuden con algún grado de intoxicación a los servicios de urgencias, son los adolescentes de entre 11 a 16 años y los adultos jóvenes de 20 a 25.

Coctel mortal
Para el cardiólogo de la Universidad de Guadalajara, Gustavo Pineda Nava, el consumo de estos estimulantes podría convertirse en un problema de salud. “Es común que los promuevan en los bares y los combinen con alcohol. La persona se siente bien. Lo malo es que pueden acelerar el ritmo cardiaco y provocar un problema grave e incluso funesto”.
El especialista explicó que estas bebidas contienen dos sustancias a destacar: la taurina y la cafeína. La primera es un aminoácido que normalmente tenemos en el cuerpo, pero en la cantidad en que se administra mediante estas bebidas puede acelerar algunas funciones orgánicas. Si a esto se le agrega alcohol, el problema se complica.
“La cantidad de cafeína que contienen estas bebidas es exagerada. Al combinarla con la taurina y el alcohol, más el desgaste físico de la persona, se convierten en una bomba de tiempo. Están documentados infartos al miocardio o cerebrales en personas jóvenes que consumen estos productos. Lo grave es que se encuentran a la disposición de niños y adultos”.
El especialista precisó que las autoridades deben tomar medidas estrictas en torno a la venta de estas bebidas, ya que hasta el momento la Secretaria de Salud solo ha recomendado no consumir más de dos latas por día.
Las señales de alerta que pueden presentar los consumidores de estas bebidas son temblor de manos, inquietud, palpitaciones, mareos y falta de aire. A partir de ahí sobrevienen otras situaciones, las que deberán ser atendidas por un especialista a nivel hospitalario, ya que son factibles los riesgos de muerte.
“Tengo algunos casos de pacientes que han tenido problemas al respecto por el consumo de estas bebidas con alcohol e incluso solas. Esto en personas sanas. En caso de personas que padecen alguna enfermedad, sin saberlo, se pueden potencializar los efectos”.

Volvió a nacer
Fidencio Sánchez de Santiago nunca olvidará los efectos que estas bebidas causaron en él. Acostumbraba consumirlas frecuentemente, sobre todo cuando tenía que laborar en el turno de la noche. Un día, para combatir el cansancio, ingirió dos en un lapso cercano a las cuatro horas. Sintió que el pecho le iba a estallar. Hoy vive para contarlo.
“Cuando trabajaba de noche, se me hizo fácil, a las cinco de la mañana, tomarme una. Terminé el turno y me sentía bien. No tenía esos síntomas. Llegué a mi casa y como debía hacer otras actividades, me tome otra y a los 15 minutos comencé a sentir un malestar en el pecho y palpitaciones en el cuello. Sentí que se me salía el corazón. Me miré en el espejo y me vi pálido y sentí horrible”.
De inmediato llamó a su esposa, doctora, quien le había advertido del riesgo. Le comentó que necesitaba atención médica urgente y le dio algunas indicaciones
“Llegó a la casa y empezó a darme atención. Tuve que hidratarme para devolver la bebida. Sentía que me iba a morir. Es muy nocivo el efecto. He sabido de personas jóvenes que han muerto por el consumo de estas bebidas con alcohol, que en realidad sí dan alas, pero para llegar al cielo”.

Mal clasificadas
Aunque estas bebidas se amparan con la leyenda de “El consumo de este producto es responsabilidad de quien lo consume”, para el presidente de la Academia de Farmacobiología, de la Universidad de Guadalajara, César Cortés, estas bebidas están mal clasificadas, ya que deberían ser catalogadas como estimulantes.
“Esto es preocupante, porque las bebidas energizantes proporcionan energía, pero en el caso de éstas, su contenido energético no es tal. Desde ese punto de vista están mal clasificadas. Este tipo de bebidas no alcohólicas, por la Ley general de salud, no debe contener sustancias farmacológicamente activas y la cafeína es una sustancia activa”.
Añadió que una bebida de estas puede contener, en lo que respecta a cafeína, lo mismo que cinco tazas de café cargadas, lo que genera una toxicidad fuerte, además de provocar males hepáticos.

Las autoridades
El jefe del Departamento de Productos y Servicios, de la Secretaría de Salud Jalisco, Eduardo Carballo Triana, expresó que dicha dependencia se ha manifestado en el sentido de que por ningún motivo deben consumirse combinadas con alcohol. Ya trabaja para incluirlas en un nuevo tipo de normatividad.
“Este tipo de bebidas mal llamadas energetizantes, son estimulantes. Su ingesta con alcohol enmascara los efectos del mismo, haciendo que la gente ingiera más”.
La Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (Cofepris), en junio pasado advirtió sobre el riesgo de consumirlas con alcohol.
El los últimos intentos por regular su venta, hace unos días el diputado del PRD, Alejandro Sánchez Camacho, señaló que tienen listo un punto de acuerdo para exhortar al ejecutivo federal a que considere la posibilidad de que estas bebidas sean comercializadas, expendidas y dirigidas sólo a la población adulta, y disponibles sólo en farmacias.
Según datos dados a conocer en la Expo alimentos y bebidas, celebrada en junio pasado en la capital del país, las ventas de 2006 de estos productos en México, ascendieron a 60 millones de latas.
Red Bull es la marca líder en México y por año comercializa mil 600 millones de latas en el mundo.

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