Coctel fílmico

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Después de efectuar una retrospectiva dedicada al director canadiense Xavier Dolan, el Cineforo Universidad está preparado para recibir a la 58 Muestra Internacional de la Cineteca, una de las selecciones que, por tradición, es esperada por muchos seguidores, experimentados o neófitos, del séptimo arte. A través de los años, la muestra se ha convertido en uno de los encuentros más atractivos —con algunos altibajos—, pero siempre conservando la diversidad de propuestas, tanto en lo concerniente al origen de las películas y sus directores, como en lo relacionado con la variedad de géneros.

Una de las principales razones para no perderse esta plataforma, más allá de la posibilidad de ver filmes que difícilmente entrarán en la llamada cartelera comercial, es precisamente la calidad en los contenidos, por lo menos, en la mayoría de estos: historias que recurren a la animación, comedias de corte inteligente, y, claro está, el drama y la acción que no pueden faltar en esta edición que conserva el propósito de incluir producciones creadas en diferentes partes del planeta.

La selección de películas, principalmente de América, Europa y Asia, nos conduce por el trabajo de algunos directores que poseen una visión comprometida con el cine, sin caer en ataduras. El capital humano, una coproducción entre Italia y Francia, que también fue proyectada en el pasado Festival Internacional de Cine en Guadalajara, es un ejemplo de la nueva relación que tienen los dos países en esta materia. Dirigida por Paolo Virzì, la historia nos lleva por el destino de dos familias que enfrentan situaciones de codicia entre varios de sus integrantes, en una era en la que el capitalismo y la ambición excesiva son la moneda de cambio de todos los días.

Desde esa construcción de lo cotidiano, con hábiles giros de imaginación, también podemos encontrar el trabajo de Alain Resnais. Conocido por la dirección de las cintas Hiroshima mon amour y Muriel, el desaparecido cineasta nos sitúa en medio de los desplantes y la vanidad de un matrimonio en que preponderan las emociones, sin importar las consecuencias. Así, Amar, beber y cantar, la película póstuma del francés, representa una especie de oda a la vida y a las relaciones imperfectas.

La tirisia, una historia dirigida por Jorge Pérez Solano, es una película mexicana que recurre, desde una perspectiva singular, a la metáfora y al imaginario colectivo de las tradiciones mixtecas. Cheba y Serafina son dos mujeres que habitan en una comunidad azotada por la pobreza, el machismo y los tabúes sociales. Ambas padecen “la enfermedad del alma”, una situación que las coloca en medio de una terrible decisión: abandonar a sus hijos o permanecer con sus hombres.

La Muestra Internacional de la Cineteca también incluye trabajos de los directores Panos H. Koutras, Dana Rotberg, Atom Egoyan, Bruno Dumont, Ale Abreu, Kornel Mundruczó, Jaime Rosales, Kim Ki-duk, Ronit Elkabetz, Noaz Deshe y Kelly Reichardt.

De esta forma podremos disfrutar de este coctel fílmico que, seguramente, funcionará como en ocasiones anteriores: una antesala para descubrir nuevos trabajos que buscan penetrar en la memoria de quienes, apasionadamente, encuentran en el cine un puente entre la realidad y la ficción.

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