Cincuenta años de ingeniería en la UdeG

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En algún lugar del tiempo se encuentran atesorados los momentos de camaradería y amistad, noches de desvelo previas a un examen, viajes en el viejo camión de la facultad, torneos deportivos, bailes de fin de semestre y tantas anécdotas en las aulas de la extinta Facultad de Ingeniería Mecánica Eléctrica de la Universidad de Guadalajara.

Entre lágrimas y emotividad, los integrantes de la Generación 1965-1969 “Ingeniero Manuel F. Parra” volvieron a encontrarse. Ahora en el Paraninfo Enrique Díaz de León de la Universidad de Guadalajara.

La mañana del sábado 26 de octubre, vestidos de traje y acompañados de sus hijos y nietos que orgullosos aplaudían, los ingenieros que se graduaron hace 50 años, bromearon y se palmearon contentos. El acto inició con una remembranza a los compañeros que se adelantaron en el camino, con un video cuyo guión fue escrito por Eduardo Humberto Calderón Reynoso.

Alberto Rodríguez Hernández, en representación de sus compañeros de generación, enfatizó que la UdeG ha crecido al grado de que ahora está en todo el estado de Jalisco y llamó a estar orgullosos de la Benemérita Institución.

“Todo comenzó el 5 de enero de 1924, cuando el ingeniero y científico Juan Salvador Agraz, en una extraordinaria conferencia, presentó el tema-proyecto Refundación de la Universidad de Guadalajara. Resultando que el gobernador del estado José Guadalupe Zuno Hernández convocara a una comisión organizadora y el 12 de octubre de 1925, en una gran ceremonia en el Teatro Degollado, se celebra la Refundación, apadrinada por la Universidad de Salamanca, la Universidad Nacional de México, la Universidad de la Sorbona y la Universidad de California. Siendo una de sus primeras instituciones la Facultad de Ingeniería y el prime director Juan Manuel F. Parra, de quien nuestra generación lleva su nombre”, leyó.

Explicó que en 1965 ingresaron 330 jóvenes a esta carrera que ya era la más reconocida de su tipo en el Occidente de la república. Egresaron exactamente hace 50 años, en 1969.

“Desde entonces cumplimos con la obligación de servir en los campos que nos desempeñamos, tanto en la empresa privada, el sector público, la docencia, la investigación científica y otras más. Hoy nos hemos reunido para hacer patente nuestro reconocimiento y agradecimiento a nuestra alma mater y para reiterar nuestro respeto a los maestros que nos dieron conocimientos y guía a nuestra preparación”, añadió Rodríguez Hernández.

El guitarrista Héctor de la Mora interpretó el Huapango de Moncayo, antes de que el profesor Ignacio Montoya tomara la palabra.

“Buenas tardes muchachos”, dijo el maestro “Nacho”, arrancando aplausos de alegría por el gesto. “Esa época, esos momentos, es lo más bonito que han vivido. Cuando están en clase, uno sabe cuándo están copiando, pero los deja pasar un poco porque también nos tocó pasar por las mismas”, bromeó.

“Esta carrera nos impulsó a seguir estudiando y preparándose. Cuando uno sale de ingeniería, no sabe uno atacar nada. Es cuando empieza uno a ver cómo informarse y quién nos va a ayudar y qué maestro electricista es bueno para copiarle. Pero llega el momento en que despegamos. Empieza entonces la vida profesional”, expuso.

El guitarrista Héctor de la Mora volvió a interpretar un interludio musical, con el tema de 1932 de Carlos Gardel, “El día que quieras”.

La rectora del Centro Universitario de Ciencias Exactas e Ingenierías, Ruth Padilla Muñoz, calificó de histórica esta celebración pues coincide con el 70 aniversario de la creación de la carrera por el impulso de Matute Remus y con los 25 años de la creación de la Red Universitaria que transformó la geografía de Jalisco en lo económico, social y educativo, al brindar educación a jóvenes que no habrían podido acceder a ella.

“Esta carrera sólo se ha impartido en un centro universitario. En esa relevancia, reconocemos a los profesores que son respetados por todos. La universidad es lo que es hoy gracias a sus profesores, que han firmado a ingenieros, químicos, físicos, médicos, enfermeros, psicólogos y tantos profesionales que le dan vida a Jalisco gracias a la calidad con que los ha firmado esta alma mater que abre sus brazos generosos a los jaliscienses”, dijo Padilla Muñoz.

Y agregó: “Hoy quienes los aplauden con júbilo son sus hijos, sus nietos, sus esposas, que los han acompañado en esta vida profesional. Felicito a las familias que han sido participes de esta carrera, que espero que siga por muchísimos años más al albergue de esta querida Universidad de Guadalajara”.

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