Ciencia en la FIL 2007

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Si bien los reflectores de esta actividad están centrados en los programas artístico y literario, las cuestiones de ciencia –aunque no tan publicitadas– también están presentes en la llamada “gran fiesta de los libros”; y no debiera ser para menos, en tanto que fueron justamente los libros los vehículos de la ciencia. Así, el primer libro de la ciencia moderna vio la luz en la ciudad de Ní¼remberg, en 1543, titulado De revolutionibus orbium coelestium (Sobre las revoluciones de los orbes celestes), de la autoría de Copérnico.
De entonces a la fecha se ha dado una amplia diversificación a lo publicado en este rubro. Podemos hablar en la actualidad de libros eminentemente técnicos, de texto y de divulgación, en una primera aproximación clasificatoria.

De libros e Ig-Nobel
La mayor actividad relacionada con la ciencia en la Feria Internacional del Libro 2007, fue sin duda la mesa redonda sobre La divulgación científica en los libros del futuro, de la que ya se ha escrito en estas páginas (ver La gaceta número 507, p. 15, 24 de noviembre de 2007) y que tuvo lugar en el magnífico recinto del paraninfo de la Universidad de Guadalajara; los participantes fueron los doctores Luis Felipe Rodríguez Jorge, primer radioastrónomo mexicano y autor del bestseller del Fondo de Cultura Económica (FCE) Un Universo en expansión; Diego Golombek, jefe del Laboratorio de cronobiología, de la Universidad Nacional de Quilmes (Argentina), galardonado con el premio Ig-Nobel 2007 de aviación, y Raúl Medina Centeno, rector del Centro Universitario de la Ciénega.
Con la moderación del también rector y doctor Roberto Castelán Rueda, y frente a una audiencia de cerca de 70 personas que se mantuvieron durante todo el acto –a diferencia de algunos actos literarios donde el acarreo masivo de estudiantes de bachillerato y su posterior fuga es evidente– y participaron activamente a la hora de las preguntas, formulando algunas que extendieron gratamente la intervención de los ponentes.
Al final, en el foyer del edificio universitario, entre canapés, vasitos de vino y algunos de los admirables ejemplares de la biblioteca ílvarez del Castillo, los asistentes tuvieron la oportunidad de adquirir títulos de ciencia del FCE y de la editorial siglo XXI, aprovechando a los autores ahí presentes para la dedicatoria respectiva.

De la ciencia a la divulgación
Además del libro presentado por el doctor Víctor González ílvarez, rector del CUCEI, y que lleva por título Selected topics dynamics and control of chemical and biological processes (Tópicos selectos de dinámica y control de procesos químicos y biológicos), bajo el sello editorial de Springer-Verlag (ver La gaceta número 508, p. 14, 1 de diciembre de 2007); de la misma casa editorial, y gracias a la gentileza de Christopher Coughlin, editor asociado de física, llegó y se exhibió un ejemplar del primer volumen de la Biographical encyclopedia of astronomers, en el cual, quien esto escribe, tiene una modesta contribución: la entrada correspondiente al precursor de la astrofísica en México, el doctor Guillermo Haro Barraza.
En el ramo de enseñanza de la ciencia vimos libros de todo calibre. En las breves presentaciones participaron la colección denominada Conocimientos fundamentales, coedición de la UNAM y la editorial Pearson, dedicada a los alumnos de bachillerato en las materias de física, álgebra, cálculo diferencial e integral, biología y química.
Sin presentación, y hurgando en las editoriales colombianas, encontramos algunos títulos sobre enseñanza de la física en los que ya utilizan las herramientas computacionales.
Autora colombiana, aunque residente en Estados Unidos, íngela Posada-Swafford vino a la FIL a promover su colección Los aventureros de la ciencia, novelas de “ciencia y exploración”, según refiere el boletín que nos permitió contactarla y entrevistarla; cada título está acompañado de un DVD, con un documental relativo a la ciencia contenida en la novela, de la que nos dice la autora: “debes saber que el 90 por ciento de la ciencia y tecnología que leerás y verás en esta serie, es real”. Los primeros títulos publicados son: El dragón del espacio, Dinosaurios sumergidos, Los detectives del ADN y En el corazón de las ballenas.

Ciencia y literatura
Una conjunción más común de lo que pudiera pensarse: científicos que se dedican a la literatura o literatos que abordan cuestiones científicas en sus obras; el ejemplo canónico tal vez sea el doctor en física nuclear Ernesto Sábato, aunque también tenemos al físico Alan P. Lightman, de cuya pluma han salido Sueños de Einstein, El diagnóstico y El universo de un joven científico, o el astrofísico francés Jean-Pierre Luminet, autor de Cita con Venus, El incendio de Alejandría y El enigma de Copérnico.
Otra veta que recién se ha explorado es el análisis de la ciencia descrita en algunas obras literarias. Al respecto fue exhibido en el pabellón del gobierno de Aragón, el libro de reciente aparición, Miguel de Cervantes & la física, del catedrático José Vallés Belenguer; la edición fue patrocinada por la Dirección General del Libro, Archivos y Bibliotecas del Ministerio de Cultura Español, como para que aprendieran nuestros funcionarios, en lugar de sangrar al erario con onerosos sueldos no desquitados y desprendidas aportaciones a televisoras y novelas de dudosa calidad y trascendencia.
El libro del profesor Vallés Belenguer, además de extenso (405 páginas), es acucioso en las citas de la obra cervantina que tienen que ver con la física. Metódico y detallado, los 14 capítulos del libro van desde las “Concomitancias de los escritos cervantinos con la física”, a la “Electricidad y magnetismo”, pasando por la óptica y magnitudes físicas de diferentes disciplinas de la física.

Se vale soñar
Con la designación de Italia como país invitado se abren posibilidades maravillosas en el ámbito de la ciencia. Podríamos releer a autores ya fallecidos, como Galileo, Fermi, Majorana (sobre el cual Leonardo Sciascia –también fallecido– escribió La desaparición de Majorana). Nóbeles que se pudieran invitar: Carlo Rubbia (física, 1984); la casi centenaria Rita Levi-Montalcini (fisiología y medicina, 1986) y por si fuera poco, senadora vitalicia; Riccardo Giacconi (física, 2002), por mencionar a algunos. [

* Licenciado en física, adscrito al Instituto de Astronomía y Meteorología, del CUCEI. No es miembro de ninguna red.

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