Ciclovías más cerca que nunca

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080509 ciudad y region recorrido de la posible ciclov’a de 8 de julio, con el secretario de vialidad Jose Manuel Verd’n y el alcalde de GDL Alfondo Peterssen. foto giorgio viera.

Ahora que la denominación de pueblo bicicletero alcanza modernidad internacional y las principales ciudades del mundo lo poseen, Guadalajara ansía recuperar el mote que tanto se ajustaba a su realidad y que hoy los ciudadanos están dispuestos a captar con tanta fuerza como antes lo rechazaron.
Para que la metrópoli vuelva a ser bicicletera, parece mentira, primero hay que descubrir cómo miles de tapatíos circulan “subrepticiamente” por sus calles, qué rutas siguen, a qué hora lo hacen, para qué son capaces de asumir ciertos riesgos “en la clandestinidad” de una actividad que no ha cesado pese a la multiplicación de los coches y la peligrosidad de su transporte público.
Por ello, las primeras actividades que tienen que recobrar la movilidad a través de dos ruedas es descifrar el uso y la costumbre de los bicicleteros locales, lo que en argot científico se conoce como estudios de origen y destino, es decir, desde dónde y hacia qué puntos concluyen las personas sus recorridos en bicicleta.
Finalmente el ayuntamiento de Guadalajara estrena desde hace unas semanas el Consejo de Movilidad no motorizada, que pretende admitir con seriedad y con sustento técnico la movilidad alternativa. Una de sus primeras actividades fue la realización de un taller metropolitano, donde ya se visualizan las primeras ciclovías (o ciclorutas) que podrían confundirse con el paisaje urbano.
Este Consejo estudia, junto con especialistas “bicicleteros” del Instituto para el Desarrollo de Políticas de Transporte (ITDP, pos sus siglas en inglés), la pertinencia de las ciclorutas, que en principio podrían ser una docena o un poco más, de acuerdo al coordinador de este Consejo, Eugenio Arriaga.
Entre los principales avances se encuentra –como ya se ha anticipado– la ciclovía que en forma paralela se estima que podría funcionar con el corredor Independencia del sistema articulado de transporte público (BRT) y que se presume operará a partir de los primeros meses del año entrante.
El funcionario metropolitano –que se reconoce como apenas un recién incorporado, pero sí muy convencido de los temas de movilidad– dice que el impulso a las ciclovías “no es un asunto de moda sino una encomienda para la recuperación de los espacios públicos”.
Aunque se podría pensar que el ayuntamiento de Guadalajara bien podría establecer “casi por decreto” una ciclovía en algún punto de la ciudad, la estrategia de Arriaga “es posicionar entre la opinión pública otro tipo de movilidad anotando las ciclovías en la agenda pública; es la mejor alternativa para blindar el tema”, explica recordando el fallido intento de establecer la primera cicloruta por la avenida La Paz hace unos años.
El funcionario explicó que para determinar los caminos de los bicicleteros en Guadalajara se han provisto no sólo de la asesoría de ITDP sino de los números que recientemente se recogieron del estudio de origen y destino que realizó el Organismo Coordinador para la Integración del Transporte Público OCOIT y del Centro Estatal de Investigación del Transporte Público y la Vialidad CEIT.
“Se trata de un tema de sobrevivencia humana, de legitimación y de valoración social que se reforzará por medio de encuestas, de estrategias de socialización y de educación en salud, que es uno de los motivos más sólidos del empleo de un vehículo no motorizado”.
Así, el ayuntamiento de Guadalajara ha anunciado una inversión inicial de 20 millones de pesos para la construcción de los primeros 10 kilómetros de ciclovías de un metro cincuenta de derecho de paso, que contrastan con los millones de dólares que la alcaldía de Londres programó para el mismo fin en este año, “pero por algo se empieza”, dice Arriaga.

Bicicleteros de un día
Lo que en un principio fue un paseo que muchos clasificaron de esnob, de falsos proletarios o de exhibicionismo, se ha convertido en una verdadera demostración de la solidaridad con los que aún usan la bicicleta como una herramienta indispensable para su trabajo y sus estudios; ha crecido con un paseo nocturno los miércoles, otro los jueves y los domingos también.
Los paseos bicicleteros de las organizaciones que pugnan por la movilidad urbana democrática y eficiente, ya suman cientos, y han diversificado sus actividades, editan su propio boletín informativo y en cada ocasión sus juntamientos se convierten en verdaderas fiestas donde se conjuga la música, la escenificación, las exposiciones, el baile y todo lo que huela a demostración lúdica del movimiento.
Lo de menos es que se reúnen siempre los mismos, aquellos que ya se consideran pioneros, los de Ciudad en Movimiento, Colectivo Ecologista de Jalisco y, desde luego, los de Guadalajara en Bici. Todos pregonan con beligerancia que la ciudad no es sólo de los autos, sino de los que se agregan cada jornada con una extraña mezcla de curiosidad, convicción y placer bicicletero.

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