Christian Israel Huerta Solano

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Un método para evaluar el vocabulario y la comprensión lectora de lengua mexicana en personas sordas, es el proyecto de Christian Israel Huerta Solano, egresado y docente del Centro Universitario de Ciencias de la Salud (CUCS), con el que ganó el pasado 25 de septiembre el V Certamen del Premio Nacional Silvia Macotela, otorgado por la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) a las mejores tesis en el ámbito nacional en el área de la Psicología Educativa.

El profesor en la carrera de Cultura Física y Deporte, de la UdeG, trabajó con el doctor Julio Varela y los alumnos Jairo Figueroa, Belén Gómez, Cecilia Rosas, Gabriela Mariscal y Mercedes Delgado, en el trabajo “Metodología de enseñanza de lectura para personas sordas”, una de las primeras investigaciones de este tipo en México.

¿Cómo surgió tu interés por realizar esta investigación?
Esta tesis es sobre una metodología que nosotros desarrollamos a partir del modelo interconductual de canto. Es la primera vez en nuestro país que se utiliza este esquema teórico, puesto que actualmente en la enseñanza de la lectura para sordos predomina el paradigma cognitivo, el que hace alusión a muchos elementos mentalistas, como la conciencia fonológica. En el trabajo que hicimos, señalamos que el paradigma cognitivo conductual está agotado. Tengo unos 12 años de conocer la Lengua de Señas, y trabajando en el proyecto casi cuatro. El interés también surgió a partir de mi convivencia con las personas de la comunidad sorda y me he dado cuenta de las dificultades de estas personas.

Agradezco el apoyo de la comunidad sorda y a la Universidad de Guadalajara, autoridades como el director de la maestría, Baudelio Lara y el secretario académico del CUCS, Rogelio Zambrano.

¿En qué radica la importancia de la educación bicultural y bilingüe?
Esto es muy importante para los sordos, ya que la Lengua de Señas se considera otro idioma y otra lengua. Actualmente se está buscando el uso de métodos orales, desde nuestro punto de vista, de manera inconsciente, ya que las personas que tienen sordera profunda o severa, y sobre todo si es bilateral y prelocutiva, es imposible que alguna vez en su vida hayan escuchado un sonido.

¿Cuál es tu opinión sobre el programa de inclusión educativa que realiza la UdeG?
Mi opinión es buena. Creo que la Universidad está apostando a algo que realmente va a tener trascendencia y no sólo a nivel nacional. Es algo relevante. Respecto a nuestro proyecto, creo que todavía hay muchas carencias, sobre todo en la parte de apoyo. Nos damos cuenta de que las personas sordas también tienen cierta carencia en la lengua, porque los padres no la utilizan, porque en las escuelas es mal enseñada o porque no existe la manera en que ellos tengan acceso a esta lengua.

¿Cuántas personas sordas desconocen la Lengua de Señas?
Es un mito decir que si alguien es sordo sabe la Lengua de Señas. De acuerdo a datos de nuestro estado, podríamos estar hablando de 9 mil 500 aproximadamente. Y hay otro dato curioso: como esta es una discapacidad prácticamente invisible, no hay una estadística exacta de cuántas personas sordas existen en nuestro país ni cuántas personas sordas viven en el estado. Las cifras que ofrece INEGI de 2010, podrían rebasarse.

¿Cuál es la apuesta del videodiccionario de Lengua de Señas?
Nuestra metodología se basa en opciones multimodales, es decir, haciendo uso de objetos, de Lengua de Señas y algunos otros elementos que intercambiamos con el paradigma interconductual. Lo novedoso es que podría ser el más grande en México. La mayor parte de los videodiccionarios que hay tienen aproximadamente dos mil vocablos. Estamos apostando a que sea hecho por sordos y para sordos. Lo que nos tiene detenidos es el recurso económico, pues ha sido muy costoso realizarlo. Pretendemos entrar a la fase de grabación formal, pero nos falta recurso económico.

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