Caracola producciones

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Caracola Producciones es una de las compañías invitadas al Festival Internacional de Títeres, formada hace siete años e integrada en su mayoría por mujeres creadoras, egresadas de la facultad de Filosofía y Letras del Colegio de Teatro.

Gina Botello, su directora, recordó que hace siete años tuvieron el primer acercamiento al teatro de títeres, su maestro fue Pablo Cueto quien les abrió el panorama en cuanto al teatro en miniatura, después de eso exploraron otros lenguajes hasta que poco a poco lograron generar un estilo propio.

“Ya llevamos siete montajes y, en algún punto del camino, descubrimos que el eje temático que queríamos abordar en nuestros espectáculos fue la parte de género, y nosotros decimos que el teatro que hacemos es teatro de imagen con perspectiva de género”.

Sobre su primera participación en el Festín dijo que están contentas de compartir el escenario con sus maestros o compañías con trayectorias más largas, en uno de los festivales más importantes.

“Vamos a llegar con un espectáculo que se llama Memorias de abajo, es un espectáculo multidisciplinario, que recurre a diversas técnicas de teatro de títeres y también hacemos un poco de mezcla con la multimedia. Tenemos música en vivo, son los recursos escénicos para llevar a escena tres cuentos de Leonora Carrington, tenemos un espectáculo de corte surrealista o lírico, que es para toda la familia y se puede entender a distintos niveles”.

Explicó que los asistentes pueden esperar un espectáculo mágico, donde se sorprende al público cada minuto con los recursos escénicos, títeres multimedia de animación y un mundo visual bastante rico.

En cuanto al teatro de títeres, dijo que poco a poco está retomando fuerza en México, pero todavía hay un gran rezago, y aunque históricamente el títere fue muy importante en 1800 y 1900, generalmente se ha pensado que es para públicos infantiles.

“Desde hace años se intenta recurrir a los títeres para públicos más adultos, que es un poco lo que Caracola hace.  Memorias de abajo es un espectáculo más familiar, pero el 90 por ciento de nuestras presentaciones son para adultos. Abordamos temas como la violencia de género, las masculinidades. Siento que aún el teatro de títeres puede mirarse como un teatro menor, todavía hay un rezago en la oferta cultural  escénica, siempre hay mucha más oferta del teatro normal o de actor que del de objeto, pero también siento que poco a poco se hacen esfuerzos como este festival para abrir más espacios y más lugares donde pueda acceder este tipo de espectáculos”.

Precisó que el mayor reto son los apoyos institucionales, ya que es importante para que este tipo de teatros pueda llegar a más lugares.

“El teatro de títeres tiene códigos muy distintos al teatro de actores y les podemos hablar desde  otro punto de vista, y es importante que haya más oportunidad, porque no es tan conocido”.

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