Orgullo y agradecimiento, es lo que expresa Bryan Lezama Silva luego de haber culminado la preparatoria con el segundo mejor promedio (99.78) de la generación 2012-T, del Bachillerato General por Áreas Interdisciplinarias (BGAI) de la UdeG, a pesar de las dificultades a las que se enfrentó por su condición de ser discapacitado auditivo.
Bryan formó parte de un grupo de once sordos de la Preparatoria número 3, la cual ha formado a dos generaciones de alumnos con esta discapacidad, varios de los cuales, al igual que él, han conseguido los mejores promedios. La clave para Bryan está en creer que sí se puede, que aunque en el camino haya obstáculos incluso mayores a los de cualquier joven, con esfuerzo cualquier meta puede alcanzarse. Sin embargo admite que este logro no hubiera sido posible sin el apoyo de su familia, pero sobre todo el de la intérprete del grupo, Rosy Jiménez Hernández, quien dedica gran parte de su tiempo a los alumnos sordos mediante sesiones presenciales en un salón de la Parroquia Nuestra Señora de los Lagos en Tlaquepaque. Actualmente Bryan Lezama trabaja como carpintero en el taller de su papá, pero de tener la oportunidad de estudiar una profesión, le gustaría ser químico o arquitecto.
¿Por qué decidiste ingresar al bachillerato?
Entré a la preparatoria porque es muy importante para mí superarme, ser mejor persona, yo estuve en otra escuela antes de entrar a la prepa 3, pero no era lo mismo, fue hasta que entré aquí que entendí que sí podía superarme.
¿Cuál es tu sensación por haber sido reconocido?
Me siento muy contento porque veo que sí se puede, al principio no estaba seguro de lograrlo pero ahora me siento muy orgulloso y agradecido. Cuando me dijeron que mi promedio era de los más altos no me lo esperaba.
¿Cómo fue tu proceso de aprendizaje?
Lo más difícil fue conocer las palabras que antes desconocía, entender que no es lo mismo lengua de señas que lenguaje de señas, porque éste significa oraciones completas y no sólo verbos. Los maestros tienen su leguaje en español, pero comprendí la diferencia gracias a mi intérprete.
¿Qué ha sido lo más difícil en tu vida como discapacitado auditivo?
Lo más difícil ha sido comunicarme con las personas oyentes. Comunicarse con alguien que tiene un lenguaje diferente al mío, siento que se interrumpe la comunicación, a veces siento que respondo diferente a las preguntas que me hacen.
¿Qué consejo podrías darle a tus compañeros o al resto de jóvenes, que a veces creen que no se puede?
Yo también tuve problemas, me dejé influenciar por unos amigos, me criticaban, pero Rosy me ayudó a darme cuenta, me regañó, y descubrí que no lo hacía porque no me quiere, sino al contrario. Cuando entré a la prepa yo me sentí apoyado, quisiera que mis compañeros se motivaran también, yo no quiero ser egoísta, me gustaría compartir y así ser mejor, como Rosy que siempre nos apoya a todos.
¿Cómo te imaginas a futuro?
Quisiera comprar una casa, ser responsable, más serio y más educado. Me gustaría ser un hombre bueno, encontrar a una mujer, a mi media naranja.
