Braille 200 años develando el mundo

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SISTEMA DE LECTURA BRAILE PARA INVIDENTES. JORGE ALBERTO MENDOZA

La base nació entre la oscuridad de las trincheras francesas por órdenes de Napoleón. Hablar podría hacer que el enemigo escuchara los planes, así que fue necesario pensar una estrategia para que los soldados leyeran sin necesidad de la luz. Con tocar los puntos con la mano bastaba para descifrar el mensaje, esta idea fue de Charles Barbier y su sistema fue conocido como escritura nocturna o sonografía porque representaba fonéticamente las palabras. Este capitán llevó su idea al Instituto de Jóvenes Ciegos de París, Francia, donde estudiaba el que perfeccionaría este sistema.
El profesor Esteban ívila Rosario ejerce la enseñanza a nivel primaria desde 1968, desde entonces es uno de los más fieles y representativos maestros del Instituto del Niño Ciego y Sordo, quien lleva más de 20 generaciones formando a niños, con discapacidad visual y auditiva, para la vida. Él sí ve, pero a lo largo de su trayectoria, ha sabido apreciar el valor de un código como el braille. Este maestro nos cuenta más de la historia del que se considera el padre espiritual de los ciegos: Louis Braille.
Nació en 1809 en un pequeño pueblo cerca de París, cuando tenía tres años se lastimó un ojo mientras jugaba con una lezna y una correa de cuero en el taller de su padre. A los 12 años Braille conoció el método de Barbier, pero encontró que no era un alfabeto y a los 16 años de edad tomó las bases del sistema creado por la guerra napoleónica y creó el propio reduciéndolo de 12 puntos a 6 puntos.

Leyendo con puntos
Los lenguajes requieren de símbolos para funcionar. En el lenguaje escrito las letras son la forma gráfica para describir un sonido, en el caso del sistema braille cada punto en relieve se coloca en un lugar determinado, representa a un número y éste equivale a cierta letra.
Pepito no ve y estudia en el Instituto de Niños Ciegos. Lee en braille, al igual que cualquier niño aprende las letras y comienza a repetir sílabas que forman palabras. En este lenguaje los que aprenden deben ir ubicando la posición de cada punto para identificar qué letra significa.
Neydi es una chica sordociega que aprendió este lenguaje cuando estudiaba en el Instituto de Niñas Ciegas, su maestra Martha, también con discapacidad visual, le enseñó a comunicarse con puntos en relieve. Neydi da su explicación sencilla sobre este sistema: “es un sistema de seis puntos, tres a la derecha y tres a la izquierda, con estos seis puntos se puede escribir cualquier letra, signos de puntuación, matemáticas e incluso música. Sirve para que las personas con discapacidad visual puedan leer y escribir utilizando el tacto”. Cada quien adquiere su velocidad para leer. Hay quien usa la yema del dedo y otros con tan sólo tocar pueden leer. El maestro Esteban ívila Rosario, del Instituto del Niño Ciego sabe que cada quien tiene su propio ritmo.
Este sistema fue aceptado oficialmente en 1840, y en 1878 fue promovido por un congreso internacional como el mejor sistema de lectura para ciegos. El primer país que lo aceptó fue Brasil en 1854 y el último, Estados Unidos, en 1917.
A 200 años del nacimiento de Louis Braille este sistema sigue enseñándose en las escuelas con niños con discapacidad visual. Con canicas o con clavos colocados en una tabla, los maestros se las ingenian para dar a conocer esta forma de leer y escribir en la oscuridad.
El ciego escribe en braille apoyándose en una regleta. El sentido de la escritura es de derecha a izquierda para que al voltearse la hoja quede en el sentido correcto. En algunas escuelas prefieren que enseñar con máquinas para no confundir con el sentido de la escritura a los niños.
Los niños con ceguera requieren que sus padres aprendan también a leer tocando. Un lenguaje se comparte en grupo. No basta con que alguien conozca los signos para comunicarse. Necesita que los otros también sepan qué significan los símbolos para que tenga sentido la comunicación.
El señor Alberto Durán tiene una hija de tres años, quien no ve con un ojo y con el otro ve como si viera con un tubo. Él y su esposa no se están esperando a que su hija pierda la vista completamente o que ingrese a los estudios básicos. Desde ahora aprenden braille.
Como no siempre es sencillo acceder a una impresora con este sistema, es necesario que los padres rotulen libros, transcriban cuentos o materiales que ayudan a la educación del niño.
La escuela Hellen Keller ubicada en la colonia La Estancia, junto al Instituto del Niño Ciego y Sordo que se encuentra en el oriente de Guadalajara y la Escuela de Niñas Ciegas en Las íguilas, son las tres únicas escuelas que cuentan con preescolar y primaria para niños con ceguera. Emi Camarena, directora de la escuela Hellen Keller explica que los libros de texto gratuito también son impresos en braille. Aunque estos suelen llegar tarde, son materiales que siguen preparando a las personas con discapacidad visual.

Escritura del braille
Bertha Astorga trabaja en el área de invidentes en la biblioteca de la UNIVA, ella explica que los ciegos escriben ayudados de un punzón que marca los puntos que equivalen a letras sobre regletas con los seis espacios libres para señalar los puntos donde sea necesario. Este equipo no se fabrica en México, así que se debe pedir a Europa o Estados Unidos. Este lenguaje usa todos los caracteres de acentuación y puntuación.
La hoja especial para perforar con los puntos del braille es de opalina y el papel debe tener un grosor que no sobrepase los 148 gramos. Para imprimir se necesita configurar el documento y retirar las imágenes.
Estudiantes de preparatoria, licenciatura, maestría y diplomado ciegos, débiles visuales y sordo-ciegos, acuden continuamente a la biblioteca de la UNIVA en busca de este servicio. En Guadalajara las opciones para imprimir en braille son en esta sala de invidentes y en la biblioteca del Ejército, aunque en esta última continuamente se les desconfigura la impresora.

Braille igual a inclusión
En el restaurante Toks sirven café caliente. En el menú hay fotografías de postres bañados de chocolate y crema chantilly, pero esta lista de alimentos no está limitada para las personas que no ven. Los que leen con los dedos pueden acceder al menú. Rosario es trabajadora de este restaurante y tiene cartas en braille y para vista cansada con las letras más grandes.
Si llega alguien con ceguera directamente se le ofrece el menú con braille, si un ciego va solo puede hacer su pedido sin depender de otros, este es un ejemplo de inclusión social, donde los ciegos pueden tener la libertad para actuar. Como en Toks, Bertha Astorga de la biblioteca de la UNIVA ha impreso en braille material de distintas instituciones como Protección Civil, el Tren ligero y la Comisión Estatal de Derechos Humanos.
Esporádicamente en cajeros, oficinas de gobierno, elevadores o en el transporte público hay letreros en braille, sin embargo, aún hay espacios carentes de letreros con este lenguaje lo que obstruye la independencia plena de las personas con discapacidad visual.

La llegada de nuevas tecnologías
En 1829, Louis Braille publicó un volumen impreso en relieve lineal y en caracteres comunes, donde daba a conocer su sistema, y en 1837 presentó una segunda edición corregida. La primera obra hecha en una imprenta para la producción de libros en el nuevo sistema fue una Historia de Francia publicada en tres tomos en 1837. Por primera vez en la historia de la humanidad los ciegos podían leer y escribir, tomar notas, copiar apuntes, escribir y recibir cartas que podían leer personalmente.
A 200 años del nacimiento del creador de este lenguaje y con la llegada de las nuevas tecnologías también se abren interrogantes sobre si este sistema desaparecerá. Bertha Astorga, responsable del área para personas con discapacidad visual en la biblioteca de la UNIVA, dice: “Para mí, la impresión en braille sigue siendo indispensable. Aunque muchos ciegos digan ‘para qué quiero braille si en mi celular ya puedo grabar’”.
Emi Camarena, directora de la Escuela Hellen Keller, no cree que vaya a desaperecer este sistema, “a un ciego podrá fallarle su calculadora parlante, su computadora parlante, pero si él conoce el braille y tiene su regleta de bolsillo, leerá lo que quiera”.
Neydi es una sordo-ciega que disfruta leer tocando: “A pesar de que muchos me dicen que es obsoleto, a mí me encanta leer, creo que me ayuda a desarrollar el tacto”. Por ejemplo, ella usa su computadora parlante, pero para información privada prefiere leer y escribir braille.
A pesar del uso de la tecnología, los ciegos saben que este sistema es necesario y siguen reconociendo a su creador Louis Braille. El profesor Arturo Paz, un maestro jubilado de preparatoria apasionado del uso de la computadora, sigue conservando ejemplares en braille. Escribe y usa este sistema a la perfección y para él: “Louis Braille se adelantó a los tiempos y solucionó la necesidad que tenían los ciegos por cultivarse y gracias a él, ha caído el velo de la ignorancia para los ciegos en el mundo”.

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