Es deseable que el debate sobre la soberanía del petróleo forme parte de un concepto más amplio, como lo es el de soberanía energética y su relación con la soberanía alimentaria. Dado que para que la solución de la carencia de energía o combustibles no deba generar un problema alimentario, es importante evitar la competencia de los biocombustibles con el cultivo de alimentos, señaló el Rector general de la Universidad de Guadalajara, Carlos Briseño Torres.
Durante su participación en el Primer Congreso Internacional de Biocombustible, realizado hace unos días en Guadalajara, lamentó que en la ley que regula esta materia no se contemple de manera explícita la participación de las universidades y sí en el caso de las públicas, autónomas estatales (como la UdeG) puede entenderse que quedan incluidas dentro del orden estatal de gobierno, “la ausencia de mención puede crear confusión para la participación de ellas en las labores de investigación para la producción y uso de los bioenergéticos”.
Añadió que por ello se requiere invertir en investigación en esta materia y generar políticas de Estado destinadas a motivar a los productores rurales y a las universidades a ensayar otros cultivos tendientes a obtener biomasa, a una utilización más certera y tecnificada de los campos de cultivo, así como uso eficiente de las tierras ociosas, impulsando créditos, y articulando cadenas productivas.
El Rector general, informó que un grupo de investigadores adscritos al Departamento de Madera, Celulosa y Papel de nuestra casa de estudios, desde 2006 ha incursionado -con el apoyo del Instituto Federal de Tecnología y Economía de la Madera, de la Universidad de Hamburgo y el Centro Universitario de Ciencias Exactas e Ingenierías- en la investigación científica para producir biocombustibles de segunda generación.
Más aun, a partir del 2009 nuestros investigadores incursionarán en proyectos que contemplan los biocombustibles de tercera generación, en colaboración con la Universidad de Hamburgo.
Además, en el bosque escuela de la UdeG, localizado en La Primavera, este Departamento posee bajo custodia (comodato) aproximadamente 670 hectáreas, en 40 de ellas, y aprovechando los diferentes microclimas y tipos de suelos, se hacen experimentaciones agrícolas y forestales para producir biodiesel con recursos agroforestales y desarrollar la transformación de biomasa (madera) a biodiesel. También se plantan tres variedades de higuerilla, por medio de la cual obtendrán el aceite de ricino, materia prima para la obtención o síntesis del biodiesel.
El reto es enorme, señaló el Rector general, y por ello, en el próximo reglamento de la Ley de Promoción y Desarrollo de los Bioenergéticos se creará un Sistema Nacional de Investigación que prevea la creación de consorcios de investigación, con la participación de los diferentes órdenes de gobierno, universidades, empresas y entidades tecnológicas.
