La fuga como única opción frente a un entorno violento y siempre inseguro. Una decisión que traza una búsqueda constante por un futuro mejor, en una tierra lejana, de costumbres y lengua distinta. Pero en esta huida, y consecuente indagación, puede ocurrir desconcierto y confusión. Bashir Lazhar, un argelino que emigra a Canadá, es el personaje central en esta obra teatral de título homónimo.
Bajo un contrato como maestro suplente, y la mirada de autoridades escolares –que cuestionan los métodos pedagógicos poco convencionales de Lazhar–, este personaje recurre a los principios de la justicia y el valor para enfrentar los problemas y la amargura. La puesta en escena representa una oda a la vida y la libertad de pensamiento.
La compañía Los Endebles, una de las más reconocidas en México, apuesta por esta historia, en la que participa Mahalat Sánchez como directora y Boris Schoemann como actor. Este último se especializa en la traducción de dramaturgia contemporánea, principalmente de autores europeos.
Considerada una obra que transita por dos caminos, mismos que no se oponen, porque marcan la insensibilidad y la dureza de países que se presumen civilizados, y las dificultades de violencia que enfrentan países con un severo orden, Bashir Lazhar simboliza una constante búsqueda por la libertad.
