Ayotzinapa: el movimiento por la vida

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El movimiento de Ayotzinapa puede tener diversas lecturas, sin embargo, a la que se aproximan los análisis de Carlos Alonso Reynoso, profesor del Departamento de trabajo social del CUCSH y Jorge Alonso, del Centro de Investigaciones y Estudios Superiores en Antropología Social (CIESAS Occidente), es comparable casi a una caja de Pandora que liberó a diversos sectores de la sociedad mexicana del miedo y ya no quiso ver esa brutal agresión como una más. “Ayotzinapa —dice Jorge Alonso— es un movimiento por la vida”.

El especialista argumenta que en las movilizaciones que se han hecho luego de la desaparición de los normalistas se ve un cambio de óptica con respecto a los movimientos sociales que se dieron en la segunda mitad del siglo XX ya que éste, precisamente, tiene una cualidad distinta, pues deja de lado la victimización y pretende “exhibir a los poderosos y sus mentiras, que es lo que buscan con la reunión con Peña Nieto”.

Todo esto orilló a los dos especialistas en movimientos sociales a enfocar sus investigaciones y realizar un seguimiento arduo del tema, que a un año del ataque a los estudiantes de la normal rural Raúl Isidro Burgos de Ayotzinapa, en Iguala, Guerrero, se cristalizó en un libro que se titula Una fuerte indignación que se convirtió en movimiento: Ayotzinapa, trabajo que busca abrir el debate con una aproximación a lo que ellos sintetizan como una muestra “donde el sistema proclamó la muerte (y) el movimiento replicó con imbatible esperanza el sentido de la vida; ese es un canto a la esperanza, a la resistencia, a la rebeldía  y a la ilusión a una vida en la que podamos defendernos de esta guerra que nos han impuesto”. El libro está impreso bajo el respaldo editorial de la Unidad de Apoyo a las Comunidades Indígenas (UACI) de la Universidad de Guadalajara.

“En el libro lo que hemos hecho es reunir las piezas de rompecabezas durante todo este año, y ver cuáles han sido los principales acercamientos que se han hecho en diferentes ámbitos y, sobre todo, su relación con el zapatismo. Hemos recapitulado un análisis, tratando de hacer nuestra propia aproximación”, comenta Jorge Alonso.

Las piezas analizan el génesis del asunto desde el levantamiento que hiciera el poeta Javier Sicilia con el Movimiento por la paz, con justicia y dignidad, en el sexenio de Felipe Calderón, definiéndolo como una movilización exclusivamente de víctimas. Y lo conecta con Ayotzinapa, porque los lazos creados a nivel internacional por el Movimiento por la paz, al igual que los del #YoSoy132, que impactaron en diversos países, sirvieron para la difusión y el impacto que tuvo el caso de los 43 desaparecidos. A su vez, Carlos y Jorge Alonso dan cuenta del contacto directo que el movimiento de Ayotzinapa ha tenido con el zapatismo, “que es un fiel aliado y una inspiración”.

“El movimiento no decreció cuando el gobierno dio todas estas respuestas con las que quiso aplastarlo, y el enojo ha ido en constante aumento y en organización: es un movimiento por la vida, un movimiento en búsqueda de la vida en diferentes etapas, lo interesante es que en el contacto con el zapatismo, han logrado tener otra óptica y otro dinamismo; es decir, no podemos entender el movimiento de Ayotzinapa sin el movimiento zapatista, están íntimamente conectados, reforzaron su esperanza de encontrar con vida  a sus compañeros; se combinó esta potencialidad de la juventud”.

Jorge Alonso añade: “Es una movilización realmente de nueva factura. Frente a los tiempos de oscuridad que vivimos y que nos hacían querer resignar a ellos, empezaron a aparecer estos cientos de luciérnagas que han ido rompiendo las tinieblas de la crueldad estatal y de la opresión. Han hecho unas movilizaciones que dicen “Ya basta”, que dicen “nunca más”, pero no se han consumido con su propia puesta en escena en las multitudes, sino que se han fortalecido haciendo asambleas, discusiones de barrio, de pueblo: eso es fundamental”.

Una fuerte indignación que se convirtió en movimiento: Ayotzinapa, se presentó el miércoles 23 de septiembre en la Biblioteca Pública del Estado de Jalisco “Juan José Arreola”, con la presencia del autor Jorge Alonso, el rector del CUCSH Héctor Raúl Solís Gadea, los investigadores del ITESO Rossana Reguillo y David Velasco Yáñez, al igual que del jefe de la UACI Juan Manuel Franco.

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