Atletas estresados

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Hay jóvenes deportistas de alto rendimiento de Jalisco que presentan trastornos psicológicos, afirmó Pedro Reynaga Estrada, profesor investigador del Instituto de Ciencias Aplicadas a la Actividad Física y al Deporte, del Centro Universitario de Ciencias de la Salud (CUCS), al hablar sobre los resultados de su investigación “Perfil psicoepidemiológico de los jóvenes deportistas de alto rendimiento jaliscienses”.
El investigador tomó una muestra de 159 deportistas de alto rendimiento de Jalisco, cuyas edades oscilaban entre los 15 y 24 años. Casi el 30 por ciento presentó trastornos psicológicos. La proporción es superior a la media nacional e internacional y tiene como causas las presiones sociales, institucionales y de entrenadores. Esto aunado al hecho de que los muchachos cuentan con escasa experiencia para enfrentar situaciones estresantes, y tienen muy pocos o nulos apoyos económicos.
La media nacional en los jóvenes en esos rangos de edad es del 11.4 por ciento. A nivel internacional, entre la población general, ésta se ubica entre el 19 y 20 por ciento. Para evaluar el trastorno psicológico, el investigador universitario tomó en cuenta cuatro elementos: depresión, trastornos del sueño, ideas suicidas y ansiedad.
El 62 por ciento de la muestra fueron hombres y el 38 por ciento, mujeres. En promedio todos declararon practicar deporte 4.2 años. La mayoría entrenan cinco o seis días a la semana. Al momento de las entrevistas, los jóvenes estaban concentrados por la institución gubernamental de selección y formación de talentos deportivos en Jalisco. Ésta los ubica en un solo lugar en vacaciones de verano, invierno y primavera. Ahí comen, duermen y entrenan. “Esto implica que el joven se aísle de su familia, de su pareja, de sus amigos.”

En pos de los ideales
Un deportista de alto rendimiento compite a escala internacional, su carga de entrenamiento es de al menos 20 horas a la semana. Las disciplinas que se consideraron son los deportes olímpicos: gimnasia aeróbica, polo acuático, handball, baloncesto, bádminton, judo, karate, lucha grecorromana, lucha olímpica, pentatlón, halterofilia y atletismo.
El académico indicó que los deportistas son idealistas abocados hacia el logro de la victoria. Invierten grandes esfuerzos y trabajo físico, pero la mayoría de las veces no obtienen las recompensas monetarias ni los triunfos que esperan. De ahí su frustración. Muchos de ellos, que son también estudiantes, invierten más tiempo en el deporte que los profesionales y no perciben remuneración. De acuerdo a los resultados arrojados por su investigación, cerca del 70 por ciento de los jóvenes entrevistados no reciben pago. Solamente 45 muchachos están becados.
Del 29.6 por ciento de jóvenes con trastornos psicológicos, el 49.7 por ciento contestó que albergaba sentimientos de falta de éxito; 45.9 por ciento, agotamiento emocional y 30.8 por ciento despersonalización es decir, trata al entrenador, a sus compañeros y al adversario como cosas.
Los factores psicoepidemiológicos son muy importantes para el bienestar general del deportista. “Si estudia, trabaja, hace deporte cinco o siete días a la semana, va a ser una persona con múltiples presiones. Si a esto agregamos que no se le estimula económicamente y que tiene que sufragar sus gastos él mismo, o con apoyo de la familia, pues son chicos susceptibles a presentar algún problema en el campo psicológico”.
Hay que valorar las necesidades de cada joven deportista para determinar cuánto apoyo económico requieren. “Por desgracia vivimos en una sociedad injusta, que generalmente da más a quien más tiene y menos al que menos tiene o a ese de plano no lo ayuda. Es necesario revertir esa proporción. Hay deportistas que no necesitan recursos extras”.

Los que no presentaron trastornos
El 70.4 de los jóvenes no presentó trastorno psicológico potencial. Un dato interesante a la hora de desglosar los datos por sexo: el 29 por ciento de los hombres tienen un alto nivel de salud psicológica, mientras que el 20 por ciento de las mujeres se encuentran en ese nivel. También el 17.61 por ciento de los hombres califican alto en el factor equilibrio psicosocial (sanas relaciones de los jóvenes consigo mismos y con el entorno) e igualmente, el 13.21 por ciento de las mujeres. En el factor de autoconciencia (una imagen positiva de su cuerpo) el 23.27 de ellos la tienen alta y el 8.18 de ellas.
Puede concluirse que el efecto del ejercicio en la salud psicológica no depende mecánicamente de las condiciones en que es realizado éste, sino de las características del sujeto. “Las condiciones físicas, sociales y psicológicas influyen en el trastorno psíquico, pero no son determinantes. Existe interrelación y codeterminación compleja entre el sujeto y las condiciones sociodemográficas. De otra manera no podría explicarse por qué bajo las mismas circunstancias, institución y con igual entrenador, intensidad, frecuencia y duración del ejercicio de alto rendimiento existen sujetos con diferentes características y niveles de salud psicológica”.

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