Arturo Aguilar “Bolli” García Nancy Cruz y Roberto Hernández

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Son cuatro amigos, estudiantes de quinto semestre de la licenciatura de Comunicación pública, llenos de ideas y proyectos que los llevan por la senda del celuloide. Se ven más entre ellos que a sus propias madres, pues además de compartir el aula, trabajan en conjunto pensando y realizando cortometrajes que ya han dado frutos: el año pasado ganaron el primer lugar del concurso “Transparencia en corto”, que organizan el Instituto Mexicano de Cinematografía (IMCINE) y la Secretaría de la función pública, y este año obtuvieron el segundo lugar. Ahora se mueven entre instancias para cuajar un proyecto a mediano plazo que incite y organice a todos aquellos que, como ellos, quieren hacer cine.

transparencia
El primer corto ganador hablaba sobre la corrupción en la donación de órganos, el segundo tiene como temática la honestidad. Es un trabajo con más simbolismos, en el que tomamos el óleo La Patria de Jorge González Camarena [y que apareció en los libros de texto por décadas]. La gente llega y le pega notitas con frases deshonestas como “mañana lo hago”, “no llegaba el camión”, “tenía apagado el celular”, “es mi primera vez”… hasta que queda tapizada. Entonces explota y llega un barrendero a limpiar, pero en vez de hacer su trabajo, pone los papeles debajo de un tapete y se marcha.

le noix films
Al darnos cuenta de que nuestro trabajo funcionó, se nos ocurrió formar un grupo para hacer cortometrajes ya no sólo una vez al año. Elegimos el nombre por la clásica metáfora de la imaginación como un roedor que corre en una rueda, de la cual queremos ser la motivación; y en francés porque la Nouvelle vague también era un grupo de jóvenes que hicieron lo que querían a toda costa. Ahora estamos buscando apoyos para llevar a cabo el proyecto, porque queremos que sea gratuito. Serán tres etapas: una de capacitación, en la que queremos conseguir maestros profesionales para ayudar a quienes quieren hacer cortometrajes; otra de realización, por supuesto, y en la tercera entraría más nuestra área haciendo cineclubes, muestras, tal vez hasta concursos. Por el momento está pensado sólo a nivel universitario, pero queremos que crezca.

profesión
Tres de nosotros intentamos entrar a la licenciatura en Artes audiovisuales, pero nos dijeron “gracias por participar”, entonces nos decidimos por Comunicación pública. A grandes rasgos no tienen mucho qué ver, pero es un complemento enorme. Actualmente trabajamos mucho con amigos que estudian cine y nos hemos dado cuenta de que a ellos los enfocan mucho en la parte técnica y a nosotros en la parte de producción, gestión y contenido. Llegamos a la conclusión de que realmente no necesitas estudiar cine para hacer un cortometraje.

amigos
Nos conocíamos desde antes de entrar a la universidad, aunque en partes: unos en el diplomado en cine del Departamento de imagen y sonido, y otros en una productora de cine. También muchos de nuestros amigos eran comunes, pero fue Nancy quien fungió como el eslabón que nos unió socialmente. Y además, nos complementamos profesional y creativamente, cada uno es una caja de changos o estuche de monerías, como le quieras decir: Arturo en el área de música y edición, Nancy en la producción, José también en el área de organización y Roberto por el lado de la actuación.

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