De poquito en poquito se va llenando el vaso, el balde y hasta los tinacos o aljibes, con el sistema de captación pluvial, un método eficaz, pero poco conocido, que además ahorra energía eléctrica.
Hasta 50 mil tapatíos pudieran aprovechar el agua de lluvia para llenar sus tinacos y aljibes por el tipo de casa que tienen (muchas de ellas antiguas) y que permitiría la captación de agua, ahorrando energía, porque no se requeriría “bombear”.
El sistema no es nuevo, formó parte de las culturas indígenas, pero ahora es perfeccionado y la técnica compartida en el Instituto de Astronomía y Meteorología de la Universidad de Guadalajara (IAM), explica Rubén Bautista, profesor e investigador.
“Es un sistema que tiene muchas ventajas: ahorra electricidad, permite que se fomente también el consumo razonable e implica menor gasto de dependencias como el SIAPA. Es un método muy fácil, pero se requiere revisar la casa y ver si tiene las condiciones para que pueda aprovecharse”.
A grandes rasgos, consiste en que el bajante pluvial (de donde sale el agua) tenga una conexión, y el agua llegue al aljibe, por lo que se recomienda tener un tinaco extra en la azotea y además el techo sea reforzado, ya que se calcula que cada litro de agua pudiera pesar hasta un kilogramo y si se tiene un tinaco con capacidad de 200 o 400 litros, puede que se caiga y arruine la casa, si no se tiene un buen soporte.
El especialista menciona que el vital líquido aunque es puro, no es potable, es sólo para las actividades cotidianas. “El agua de la Zona Metropolitana de Guadalajara es menos limpia que la de otros lugares, sin que ello disminuya la efectividad del sistema”.
El IAM da a conocer esta información en algunas sesiones de los “Viernes de ciencia”, cuya entrada es libre y por lo general se realiza a las 19:00 horas, habiendo una explicación completa.
“Por el tipo de construcciones que tenemos, creo que hasta 30 por ciento de los hogares de la Zona Metropolitana de Guadalajara están en condiciones de que se pueda aprovechar este sistema de captación pluvial; sin embargo, no toda la gente lo conoce o creen en él y además temen que puedan gastar mucho, cuando el ahorro es mucho mayor y se podrá ver en los recibos de luz en los siguientes meses”, concluyó Rubén Bautista.
