Al rescate de las tortugas

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Para mantener el equilibrio ecológico por medio de la preservación de la tortuga marina, una de las especies más antiguas del reino animal, la Universidad de Guadalajara (UdeG), por medio del Centro Universitario de Ciencias Biológicas y Agropecuarias (CUCBA), el Centro Universitario de la Costa (CUCosta), el Centro Universitario de la Costa Sur (CUSur), y el Sistema de Educación Media Superior (SEMS), coordina los distintos campamentos tortugueros a lo largo de las costas de Jalisco.
Los campamentos se encuentran en Bahía de Tehuamixtle, Majahuas y Mismaloya. Cada uno es coordinado por un centro universitario, y el SEMS aporta los voluntarios necesarios para realizar las actividades de protección y preservación de las tortugas, como el monitoreo de nidos, el traslado y conteo de huevos, su incubación en los nidos y finalmente la liberación.
Apenas a unos metros de la orilla del mar caminan las tortugas bebés. Tienen pocos días de nacidas, algunas sólo unas horas, sin embargo su naturaleza les permite ubicarse perfectamente sobre la arena y llegar hasta el mar. Son criaturas vulnerables, por lo que únicamente un pequeño porcentaje regresa a descargar sus huevos. El resto son devoradas por depredadores marinos.
Sin embargo, existen otros depredadores que tampoco permiten que esta especie se reproduzca, y éstos son los más peligrosos: los humanos. Comenta el profesor asociado del CUCBA, Rodrigo Castellanos Michel, que el campamento Bahía de Tehuamixtle es uno de los que presentan más depredación, saqueo y matanza de tortugas, su carne y sus huevos son objeto de lucro entre muchos de los habitantes e incluso existen mafias foráneas, es por ello que es necesario el trabajo de preservación. A la fecha, indica el profesor, ha disminuido el saqueo de nidos hasta en un 30 por ciento, y el año anterior fueron cuidados 950 nidos y liberadas 70 mil crías al mar.
Las técnicas empleadas para la protección de las tortugas se deben realizar con la menor interferencia posible en los procesos naturales. La manipulación de los nidos debe evitarse, pero en sitios donde se tiene el riesgo de un saqueo, estas estrategias contribuyen de forma significativa en la restauración de poblaciones amenazadas.
El personal involucrado en estas tareas es capacitado y actualizado en la aplicación de las distintas técnicas utilizadas. Se pretenden aplicar también estrategias de participación social.
Comenta Castellanos Michel que además de las mejoras ecológicas, se busca “promover modelos alternativos para el desarrollo de las comunidades humanas, aledañas a los hábitat de estas especies marinas”.

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