El director del Sistema Intermunicipal de Agua Potable y Alcantarillado (SIAPA), Rodolfo Ocampo, no cuenta con ningún argumento sostenible para solicitar la aprobación legislativa para incrementar la tarifa del agua potable de 4.70 pesos por metro cúbico a 8.50, aseguró el especialista Antonio Gómez Reina, profesor investigador del Centro Universitario de Ciencias Exactas e Ingenierías (CUCEI).
Comentó que funcionarios del SIAPA mienten al decir que otorgan a la sociedad agua potable. “Es agua tratada, primer engaño, y nos la cobran como si fuera potable”.
Uno de los últimos censos del SIAPA arrojó que hay alrededor de 300 colonias “nuevas” sin agua, lo que equivaldría a un promedio de 500 mil personas. Con esto, el director del organismo operador argumenta que es necesario llevar agua a esas localidades, a lo que el investigador respondió: “Esas colonias, ¿cómo llegaron ahí o cómo es que están ahí? (paracaidistas), si se instalaron sin respetar el uso del suelo, entonces es responsabilidad de los municipios darles el servicio a esas colonias irregulares”. En todo caso, dijo, son los habitantes de esas colonias los que tienen que pagar por el servicio, y no el resto de los usuarios.
Actualmente está prohibido hacer corte de agua a las personas morosas. A quienes tienen adeudos con el SIAPA, sólo se les disminuye la cantidad de agua en sus hogares. Ahora, el director Rodolfo Ocampo propone que a los deudores se les suspenda en su totalidad el servicio si no pagan, tal y como lo hace la Comisión Federal de Electricidad (CFE). Sin embargo, esa medida es retrógrada, comentó Gómez Reina, pues ha quedado claro en foros mundiales del agua, que el vital líquido es patrimonio de la humanidad. “Si una persona no paga el agua, lo único que se le tiene que hacer es reducirle el servicio, pero no cortarlo. Si se acuerda el director del SIAPA, somos un 98 por ciento de agua, y los alimentos y la sanidad llegan con el agua. La pregunta sería ¿qué va a hacer esa gente sin agua?, van a generar una revolución social”.
El SIAPA y otros organismos han manejado la falta de abasto de agua potable a la zona metropolitana de Guadalajara como uno de sus principales argumentos. Sin embargo, el problema principal es la falta de cultura para cuidar el agua. Además, se les debe cobrar el uso de agua a los edificios públicos, no hay tecnología de reuso del agua, incrementan los sistemas clandestinos, venden agua tratada como potabilizada y las fugas son descomunales. Por lo tanto, “mientras no se solucionen los errores gubernamentales, es un abuso la propuesta de incrementar la tarifa del agua, porque si la cantidad de agua que ingresa a Guadalajara no es la misma que se factura, entonces hablamos de ineficiencia del servicio”, dijo el investigador.
