La aparición de la pubertad en el ser humano ocurre entre los 9 y 12 años y los primeros signos de este cambio fisiológico no pueden ocurrir sin la proteína llamada kisspeptina.
El jefe de la División de medicina, del Hospital Civil “Fray Antonio Alcalde”, Sergio Godínez Gutiérrez, explicó que la kisspeptina no es del todo nueva, pero es poco tenida en consideración en los esquemas de enseñanza sobre la pubertad. En los casos en que la kisspeptina presenta modificaciones, provoca pubertad retrasada o prematura, situación frecuente en la población mexicana.
“Si esta proteína se sintetiza con alguna modificación, puede provocar pubertad retrasada, que es la ausencia de caracteres sexuales secundarios después de los 16 años y que puede ocurrir en ambos sexos o por el contrario, la aparición de rasgos puberales antes de los nueve años, lo que consideramos pubertad prematura”.
Algunas enfermedades, como el hipotiroidismo primario, también influyen en la aparición de la pubertad de manera adelantada o tardía.
La importancia de esta proteína radica principalmente en su capacidad para disparar la aparición de la pubertad en el ser humano, pero en los últimos años se ha aplicado en experimentos y otras aplicaciones terapéuticas.
En 2009, científicos de Londres realizaron el primer estudio en esta materia. Administraron la hormona kisspeptina a mujeres con infertilidad y encontraron que la proteína podría restablecer la función reproductiva en mujeres con bajos niveles de hormonas sexuales, ya que produce el gen KISS-1 y es un regulador clave de la función reproductiva. Sin embargo, dichos estudios se encuentran en etapa experimental.
El próximo sábado 25 de febrero, a partir de las 9:00 horas, serán analizados diversos tópicos relacionados con la reproducción, diagnóstico y solución de enfermedades.
Una de las conferencias será “Activación pubertad: la kisspeptina”, en el marco del XIV Congreso Internacional Avances en Medicina 2012.
