Acuerdo de París: Retos del mundo y retos de Jalisco

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TAKU OKABE / KATHIA DARHIAN CONTRERAS PACHECO

Este final del 2019 se llevó a cabo la COP25 (Conferencia de las Partes de la Naciones Unidas sobre el Cambio Climático) en Madrid. Anteriormente, en 2015 durante la COP 21 se aprobó el Acuerdo de París, cuyo fin principal es frenar el calentamiento global. Representa el primer acuerdo internacional que procura no utilizar el combustible fósil en donde participan los países en vías de desarrollo y desarrollados.

Las metas del Acuerdo consisten en alcanzar entre 2050 y 2100 un equilibrio entre emisiones de origen antropogénico y los sumideros de absorción, bajo el contexto del desarrollo sostenible y equidad, y que cada parte-país debe diseñar, comunicar y mantener sus contribuciones a nivel nacional para disminuir el gas de efecto invernadero (GEI). Además establece que las partes desarrolladas deban proporcionar recursos financieros y asistencia en mitigación y adaptación a las partes en desarrollo.

En el Acuerdo participaban 197 países hasta noviembre de 2019 que Estados Unidos anunció su retiro, pues su postura manifiesta que dicho acuerdo tiende a favorecer a los países en desarrollo y a partir de 2020 se retirará oficialmente. Esto representa un gran retroceso en materia ambiental para el país y para el mundo, pues es el segundo emisor mundial de dióxido de carbono al 2018 con 5 mil 017 millones de toneladas, tan solo detrás de China con 9 mil 419 (México se ubicó en 12° lugar).

México entregó a la ONU en 2016 su ratificación al Acuerdo, siendo sus principales fuentes de emisión el transporte, la industria, el sector agropecuario y los residuos. Las obligaciones principales a cumplir en materia de medio ambiente de México consisten en implantar: 1) acciones para adaptación del sector social ante el cambio climático; 2) Programas de Acción y Conservación de especies prioritarias; 3) la infraestructura estratégica, los sistemas productivos, las comunicaciones y el transporte; y 4) capacidad, transferencia tecnológica y financiación para adaptación.

Sin embargo, en México actualmente se observa una desincentivación al ámbito ambiental y de energías renovables cancelando subastas de energía y apostando hacia la industria petrolera con la construcción de nuevas refinerías, entre otras medidas.

Otros países miembros del Acuerdo han dado a conocer sus contribuciones encaminadas a la reducción del GEI, y están llevando a cabo sus proyectos. No obstante, según G20 Brown to Green Report 2019, en 2018 las emisiones globales de los países pertenecientes al G20 crecieron en 1.8% debido a su crecimiento económico, por lo que estos tendrán que aumentar sus compromisos en un 45% en 2030.

El calentamiento global tiene una alta relación con el sector transporte, ya que éste representa una cuarta parte de las emisiones totales: 8 gigatoneladas por año. En 2018 dada la COP24 se abordó el tema de movilidad eléctrica mundial cuyo fin era impulsar los vehículos eléctricos y desplazar el motor de combustión para lograr cero emisión del GEI para la segunda mitad del siglo.

La industria automotriz de vehículos por combustión en México es un sector sumamente importante, contribuyendo al PIB nacional con 2.9%, creó 1.9 millones de empleos y es el primer receptor de inversión extranjera directa en 2017 (pero de darse la entrada en vigor de T-MEC el escenario puede cambiarse dadas las reglas de exportación hacia E.U.).

Mientras tanto, la demanda de vehículos eléctricos propiamente dicho en México es sumamente escasa, asciende apenas a 0.01% de ventas respecto a la venta total de vehículos durante 2016-2018 (254, 237 y 201 unidades), que se derivan del precio elevado, escasa infraestructura y reparaciones costosas, etc.

Desplazar la industria automotriz con combustión será una tarea difícil y requeriría un tiempo considerable, a menos que haya un compromiso sólido a nivel tanto nacional como local.

 

A mayo de 2019 Jalisco registró 296 empresas del sector de equipo de transporte presentando un gran potencial en el subsector de electrónicos, que cuenta con 15 grandes empresas en la fabricación de componentes electrónicos y otras 9 en la fabricación de computadoras y equipo periférico. Pretende desarrollar la fabricación de vehículos eléctricos al atraer inversión extranjera directa de países como China que fortalezca la cadena de suministro de la industria automotriz eléctrica. Los retos de Jalisco son válidos. Si bien requiere orientar la industria existente con acompañamiento rígido y consistente, sin tener que aumentar el costo de la generación de electricidad con el uso de combustibles fósiles.

Los retos para México y el mundo hacia el cumplimiento del Acuerdo de París no son fáciles y sus aproximaciones son diversas. Bajo el esquema COP y según el Acuerdo, los países deberán comunicar sus avances cada cinco años. El 2020 será un periodo importante para crear nuevas acciones para los siguientes años, mientras tanto, los individuos deben procurar el ahorro de energía y acciones encaminadas al desarrollo sustentable.

*Profesor-Investigador, Departamento de Estudios Regionales-INESER, CUCEA // Estudiante de la licenciatura en gestión y economía ambiental, CUCEA

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