La zona de Chapultepec es un centro habitacional que desde sus inicios fue marcada por una influencia y una dinámica de estilo europeo, con giros comerciales y atractivo para vivir. Ahora, su valor patrimonial sigue alto, si bien se ve afectado por algunas construcciones que se elevan ahí, comenta el maestro Martín Ricardo Franco, perteneciente al Departamento de Proyectos urbanísticos del Centro Universitario de Arte, Arquitectura y Diseño.
“Las infraestructuras que ahí se ubican, ya sea abasto y desecho, de transporte, entre otras, no dan para la capacidad que se está albergando, es obvio que cuando se da más altura en un punto como éste, al igual que otros de la ciudad similares, debe haber un programa que solvente las capacidades de las infraestructuras en cuanto a servicios se refiere, así como de comunicación, para que esto esté en total coordinación, y siempre cuidando la altura que no rebase lo permitido por las leyes o por el respeto a las mismas edificaciones que estén a un lado, para que no se tenga una sensación de aplastamiento visual”.
Luego de que la mancha urbana de la Zona Metropolitana de Guadalajara fuera acaparando cada vez más municipios colindantes, como Tlajomulco de Zúñiga o El Salto, una nueva alternativa de expansión ha sido el crecimiento vertical, levantando edificaciones con el fin de repoblar parte de las zonas tradicionales de la ciudad, como el propio centro. Recorriendo la colonia Americana, se pueden observar algunas construcciones nuevas y verticales, como por las calles de Argentina y Prisciliano Sánchez, frente al mercado Juárez o el complejo habitacional que está frente a la glorieta de los Niños Héroes.
César González es ingeniero y es el encargado de un nuevo proyecto que se está construyendo dos cuadras arriba del mercado Juárez. Comenta que él fue también quien estuvo ahí en la construcción de ese edificio de departamentos y que en ese caso, sí tenían personal del ayuntamiento verificando que se rescatara la construcción antigua. Ahora vigila a los albañiles que están levantando algunos escombros, el sol cae a plomo.
“Aquí se harán dos edificaciones, que tendrán ocho departamentos en total, con un medio sótano que servirá como estacionamiento”. Sobre los permisos de construcción comenta que el dueño del terreno fue quien se encargó de ellos y dice no tener conocimiento de cuánto es lo máximo en altura que se debe permitir.
“La casa que aquí estaba era una casa vieja, no tanto como podría pensarse, en esta construcción que realizamos no hemos tenido problemas con vecinos, el único fue solamente porque este terreno y su casa comparten muro, hay un muro divisorio que es colindante. Al principio, como en todo el problema que causaba era el polvo y el ruido, con la demolición, pero de ahí en más, no hay ningún otro”.
Agrega que es importante que se rehabiten ese tipo de barrios que se han estado volviendo muy inseguros, además subraya que “son zonas muy bonitas, aquí se tiene todo cerca, como el Expiatorio, Chapultepec, el centro”.
Martín Ricardo Franco dice que este tipo de construcciones que se critican por la verticalidad, en otras partes de la ciudad pueden ayudar para que ya no exista un crecimiento desmedido horizontal: “Se deben buscar puntos estratégicos donde sea de interconexión vial, pero que tengan capacidad de albergar un transporte urbano masivo y una conexión con servicios e infraestructura adecuada, para que exista esta capacidad de dar el desarrollo que la ciudad pretende y no motivar el abandono de ésta».
“Claro que estas formas de crecimiento son viables, siempre y cuando haya una participación de organizaciones que protegen el patrimonio, el sector de desarrolladores inmobiliarios, así como el gobierno para desarrollar nuevas edificaciones que deben estar muy bien equilibrados, para que esto tenga un gran alcance y que no haya prejuicio a la sociedad, al patrimonio y que todo sea por la vía legal. Hay que evitar todas las cuestiones que no son bien dadas y como todos sabemos, de repente aparecen de la noche a la mañana”.
