Vigilancia ante el virus del Nilo

712

En fechas recientes, las autoridades sanitarias de Estados Unidos, dictaron una alerta epidemiológica por el incremento de casos de infección por el virus del oeste del Nilo, particularmente en estados del sur, predominantemente Texas, Oklahoma, South Dakota y Mississippi.
Esta enfermedad, así llamada por haber sido descrita hace al menos seis décadas en la provincia de Nilo Oeste, de Uganda, ífrica, pronto emigró a Europa y en 1999 a América por Nueva York. Desde entonces ha tenido presencia en 48 estados de la Unión Americana, aunque con predominio en el este.
El virus del oeste del Nilo es transmitido por la picadura de mosquitos infectados. Afecta principalmente a las aves e incidentalmente a humanos y equinos.
México ha adoptado la alerta epidemiológica recientemente y ha dictado lineamientos generales para su detección, diagnóstico y control.

Síntomas
El 80 por ciento de las infecciones en seres humanos pasa inadvertida, sin sintomatología. Aproximadamente el 19 por ciento llega a presentar síntomas moderados de fiebre, cefalea, dolores musculares, náusea, vómito y algunas veces inflamación de ganglios linfáticos o erupción cutánea en el tórax, abdomen o espalda. Estos síntomas duran de pocos días a semanas y desaparecen.
Sólo uno de cada 150 casos presenta síntomas intensos, como fiebre alta, rigidez de cuello, estupor, desorientación, coma, temblores, convulsiones, debilidad muscular, pérdida de la visión y parálisis. Estos últimos son los signos de encefalitis o meningitis (inflamación del cerebro).
Como es notorio, se trata de un cuadro clínico similar al del dengue, pero con la característica distintiva de causar con frecuencia manifestaciones neurológicas graves, frecuentemente letales.

Transmisión
Este virus se trasmite por la picadura de un mosquito infectado (principalmente del género culex), aunque se han documentado otras vías de transmisión, como en los trasplantes de órganos o transfusiones, por amamantar a través de la leche materna o por conducto de la placenta de la madre al hijo o por accidentes laborales de laboratorio con sangre infectada. No se ha visto transmisión por tocar o besar a una persona enferma.
Los mosquitos se infectan al picar a un ave enferma y después de 10 a 14 días éste puede infectar a otra ave o a mamíferos como el ser humano.

Prevención
Para evitar la picadura de mosquitos se recomienda limitar las actividades en espacios abiertos, especialmente desde el atardecer al amanecer, usar repelentes de mosquitos, mosquiteros, ropa que cubra brazos y piernas, tirar o voltear cacharros que puedan acumular agua y servir de lugares de anidación de los mosquitos.
Frente a un ave muerta, no tocarla o levantarla sin protección en sus manos. Conviene usar una bolsa de plástico para retirarla. En caso de ver varias las aves muertas, se recomienda avisar a la Secretaría de Salud para su correspondiente análisis y para que tomen las medidas sanitarias de fumigación.
La enfermedad por el virus del oeste del Nilo se considera en Estados Unidos de Norteamérica como una enfermedad estacional durante el verano.

Situación en México
En México, desde 2003 a 2007 solo se han presentado 11 casos de personas enfermas con el virus del oeste del Nilo. En los últimos cuatro años no se ha reportado algún otro caso en nuestro país, aunque recientemente los medios de comunicación difundieron la noticia de casos en Ciudad Juárez, Chihuahua (2 fatales), pero la autoridad sanitaria no los ha confirmado.
El Comité Nacional para la Vigilancia Epidemiológica de México lanzó el 20 de agosto un aviso preventivo al viajar a Estados Unidos, por la presencia de esta enfermedad, principalmente en Texas, que es el estado con mayor número de casos.
Hasta el 6 de septiembre, las autoridades sanitarias de México han descartado que existan casos de esta enfermedad.
Sin embargo, por la cercanía con Estados Unidos es probable que puedan presentarse casos debidos principalmente a la emigración norte-sur de las aves.

Recomendación
La Universidad de Guadalajara y su Comité universitario de enfermedades emergentes y reemergentes, recomiendan a la población continuar con las acciones de descacharrización, para evitar la propagación de mosquitos. En caso de alguna sintomatología, no automedicarse, acudir a su servicio de salud para descartar alguna enfermedad como el dengue o virus del oeste del Nilo y mantenerse informados sobre la evolución de estas enfermedades.
A la autoridad sanitaria y en general al sistema de salud, corresponde reforzar la vigilancia epidemiológica, identificar y proveer de la infraestructura necesaria para el diagnóstico en laboratorio de esta enfermedad y reforzar las estrategias aceptadas internacionalmente para el control eficaz de vectores. [

*Profesor investigador, miembro del SNI y rector del Centro Universitario de Ciencias de la Salud

Artículo anteriorAcuerdos No. RGS/010/2012 RGS/011/2012 RGS/012/2012 RGS/013/2012
Artículo siguientePlantar un árbol tener un hijo y escribir un libro