Al presentar en el Paraninfo de la Universidad de Guadalajara, el libro Feminicidio en México. Aproximación, tendencias y cambios 1985-2009, la coordinadora de relaciones institucionales del Instituto Nacional de las Mujeres, Aránzazu Flores Castellanos, recalcó la necesidad de que las mujeres en el país tengan el derecho de vivir una vida libre de violencia de cualquier tipo.
El feminicidio “es un problema que todavía no logra identificarse del todo, por lo que no existe un registro sistemático. Las cifras para abordarlo nos plantean varios aspectos para fortalecer las políticas públicas”. Para ello hace falta consolidar el trabajo de homologación de normas entre lo federal y lo estatal, para dar la misma protección a mujeres, con “sanciones ejemplares” en todo el país.
“Debemos manejar el mismo concepto y la misma sanción en el norte y el sur de México, porque todas las mujeres mexicanas tenemos los mismos derechos”.
Aclaró que la legislación de Jalisco reconoce un factor importante para la violencia contra las mujeres: se agrava la pena cuando la infringe el cónyuge. Sin embargo, términos como la “razón de honor” disminuye la pena, por lo que urgió a eliminar este tipo de conceptos que impiden una mayor y mejor impartición de justicia.
