Victoria una lucha por la vida

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Victoria tiene tres años, le encanta comer chocolates y el migajón del birote, jugar a las princesas, bailar ballet, besar a los peluches, dar mimos y abrazos, pintar y pegar círculos en los cuadernos y llenarse de resistol los dedos.
Victoria es una niña que nació con una desviación en la columna, enfermedad llamada escoliosis congénita. Cuando tenía tres meses su columna estaba con 45 grados de desviación y hoy se ha desplazado 135 grados hacia el lado izquierdo (como una “S”), lo que hace que su corazón se deslice y que uno de sus pulmones esté presionado, lo que le genera problemas para respirar y neumonías.
Sus familiares buscan ayuda económica para salvar la vida de Ana Victoria Portillo Gómez, ya que los especialistas dicen que sólo vivirá hasta los siete años, si no es atendida de inmediato.
Su madre, Ana Margarita Gómez Ramírez, de 36 años, es enfermera y contó cómo descubrió la enfermedad de su hija. “El padecimiento de Victoria empezó a los tres meses, cuando me di cuenta que al cambiarle la ropa le detecté una bolita en su espalda. La llevé al Hospital Ayala, donde me dijeron que tenía escoliosis congénita. De ahí nos remitieron al Centro Médico, donde además le diagnosticaron cifosis, es decir, que tiene vértebras pegadas y ese mismo padecimiento hacía que tuviera una dextrocardia, que es una situación adquirida en la que el corazón se encuentra a la derecha”.
Ana Victoria va a la escuela. Asiste al Teletón. Acude a terapias físicas y pulmonares. Ve a médicos que le curan sus neumonías y alergias, que le revisan el corazón. Está acostumbrada a que la vean nefrólogos, genetistas y traumatólogos. Pero, a pesar de los esfuerzos, las visitas médicas no son suficientes. En México los médicos necesitarían practicarle hasta seis cirugías cada seis meses para enderezar su columna, con un costo de 700 mil a un millón de pesos por cirugía y aún así, le dan cinco por ciento de posibilidades de sanar.
“Los médicos dijeron que como estaba muy chiquita, no se podía hacer nada hasta que se solidificarán los huesos. Luego nos comentaron que no había solución en México, por falta de material, como placas, tornillos e injertos para la edad de Victoria y tampoco el personal capacitado para brindarle apoyo”, contó su madre.
La familia de Victoria buscó en internet otras posibilidades. Encontró que el médico Robert Campbell, que labora en el Hospital de Niños de Filadelfia (CHOP, por sus siglas en inglés) es especialista en casos como el de Victoria.
Sus padres tienen la esperanza de conseguir una segunda opinión, pero la consulta cuesta 150 mil pesos y el precio se elevaría hasta 500 mil pesos si le piden estudios clínicos, dinero que la familia de Victoria no posee, ya que en un país como México, las familias van al día con los gastos.
Ana Margarita narró que “la secretaria del doctor Campbell nos preguntó sobre las condiciones que teníamos para viajar, si teníamos visa, pasaportes, boletos de avión. Yo les dije que no contábamos con las posibilidades, debido a que yo soy enfermera, mi esposo Sergio es mecánico y mi hijo Alejandro, estudiante. Ella me dijo que el hospital no trabajaba para la beneficencia pública”.
La familia abrió una cuenta para conseguir el dinero, envió los reportajes que han sido publicados en los medios de comunicación para comprobarle al hospital de Filadelfia que se está haciendo todo lo posible para reunir los recursos.
La madre de Victoria dijo que son ángeles quienes ya les donaron los pasaportes y las visas. Quedan pendientes los boletos y el dinero de la cita y los estudios. Para donar, hacerlo a la cuenta: 2775341167, de Bancomer, a nombre de Ana Victoria Portillo Gómez, con la clave: 012320027753411671. O la cuenta interbancaria 012320027753411671.

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