Viajes y pasajes

    1149

    Todos los días millones de personas nos trasladamos en transporte público. El tren ligero es más rápido que el autobús urbano, el taxi es más cómodo, pero más caro que los anteriores, comentamos los usuarios. Pero, ¿quién se ha interesado en la higiene de éstos?
    Si el poder de resolución de nuestros ojos fuera similar al de un microscopio, nos horrorizaríamos al abordar cada unidad de transporte y ver rodeándonos miles de patógenos microbianos.
    No es de exagerar, si consideramos el último brote de influenza. ¿Qué hay de un posible contagio con algún tipo de hepatitis, rotavirus o varicela? La lista es extensa. ¿Los antisépticos y desinfectantes son la solución? Merecemos medidas sanitarias permanentes y necesitamos exigirlas.

    Artículo anteriorRodrigo Saborío del Villar
    Artículo siguientePobreza exclusión social y bienestar