Una universidad que piensa y trabaja en el presente y en el futuro

952

La Universidad de Guadalajara cumplió este 2016, 224 años de historia y, el pasado 12 de octubre, 91 de su refundación. Ese día tuvo lugar un acto en el que se recordaron momentos clave de su proceso de crecimiento y descentralización, y en el que se entregó la Presea Fray Antonio Alcalde al personal universitario con 40, 45 y 50 años de servicio en esta Casa de Estudio.

El Paraninfo Enrique Díaz de León fue sede de la ceremonia de conmemoración, presidida por el Rector General, Itzcóatl Tonatiuh Bravo Padilla.

“La comunidad universitaria reconoce en ustedes a hombres y mujeres comprometidos con la misión académica de la Universidad, en beneficio de los jaliscienses y de la sociedad en general. Valoramos su entrega y dedicación al trabajo cotidiano, sobre todo porque la experiencia y el conocimiento acumulados durante más de cuatro y hasta cinco décadas de trayectoria laboral. Son activos en la consolidación del prestigio y de la trayectoria de nuestra institución contemporánea”, dijo el Rector General a los 57 universitarios homenajeados, 45 por 40 años de servicio, 11 por 45 y uno — el Maestro Emérito Jorge Humberto Chavira Martínez— por 50 años.

Quince minutos antes de la ceremonia, Chavira Martínez ya se encontraba sentado en la primera fila del Paraninfo, inmueble donde estudió la carrera de derecho hace más de cinco décadas. Vestido con un traje negro y corbata a rayas color tinto, esperaba con tranquilidad el momento en el que se le entregaría un nuevo reconocimiento por su trayectoria en la UdeG.

Una vez más, lo recibiría por parte de esta Casa de Estudio “que significa gran parte de mi vida”, que le ha dado afecto y la oportunidad de crecimiento.

“Mi Universidad me ha dado cariño al recibirme primero como alumno y después como maestro” y reconoció que en su época de estudiante no imaginó recibir un reconocimiento como el de esa tarde. Sólo a partir de sus 40 años de ejercicio como docente visualizó la oportunidad.

Acompañado por su hijo, Jorge Humberto Chavira González, aprovechó para dar un mensaje a las generaciones que recién se incorporan como estudiantes o trabajadores universitarios: “La UdeG es un buen patrón, porque lo trata a uno muy bien cuando uno cumple”. Después mencionó que cada clase que impartía la hacía por gusto y no por un sueldo.

Chavira Martínez —Maestro Emérito por la UdeG desde febrero de 2015 por sus aportes a la formación de abogados, así como por su labor en la función pública en los tres poderes del estado—, dijo que la alta demanda de aspirantes es uno de los retos de esta Casa de Estudio: “Precisamente la demanda que tiene por su prestigio, por la falta de recursos no puede acoger a más alumnos”. No olvidó las más de cien generaciones de estudiantes en las que ha influido. “Mis alumnos me han dado ideas. Son seres pensantes que cumplen con el lema ‘Piensa y trabaja’.

El académico, quien nació en Guadalajara el 18 de diciembre de 1934, recibió su reconocimiento con una ovación por parte de los asistentes. Sus planes son claros, pues desea no alejarse de la academia y seguir dando conferencias.

La Universidad de ayer y la de hoy
En la ceremonia, el Rector General dijo que durante estas más de nueve décadas “la Universidad ha cumplido con la misión encomendada por el artículo tercero de nuestra Constitución, al materializar el derecho a la educación media superior y superior de miles de jóvenes” y añadió que “desde hace 91 años a la fecha, la máxima Casa de Estudio de Jalisco se ha caracterizado por sus aportes al desarrollo científico, sociocultural y democrático, así como por su expansión y apertura a un conjunto cada vez más amplio y diverso de jóvenes y ciudadanos”.

En 1925 la UdeG contaba con 2 mil 700 estudiantes, y en la actualidad son más de 265 mil —118 mil 665 en el nivel superior y 146 mil 502 en el medio superior. A través de sus nueve centros universitarios y el Sistema de Educación Media Superior (SEMS) tiene presencia en 109 de los 125 municipios de Jalisco.

El Rector General se refirió a los inicios de la institución, que como antecedente histórico tiene a la Real Universidad de Guadalajara, una institución que hizo aportaciones importantes al pensamiento, las ciencias, las artes y a la historia, en particular en las gestas que le correspondió vivir: la Independencia y la Reforma.

“Hacia el año de 1913, un vigoroso grupo de jóvenes entre quienes se encontraba José Guadalupe Zuno, fundó en Guadalajara el Centro Bohemio, espacio para el florecimiento de las artes que se caracterizó por coincidir con los ideales progresistas de la Revolución mexicana. En éste se comenzó a vislumbrar la idea de establecer una institución que ofreciera educación universitaria para todos, sin distinción de clase o creencias y evidentemente bajo los principios que enarbolaría la nueva Constitución”, refirió.

“La Revolución mexicana, que planteaba la urgente necesidad de erigir un nuevo proyecto de nación, culminó con la promulgación de la Constitución el 5 de febrero en 1917, la cual instauró el Estado Social en México, a través de los derechos a la salud, la educación y el trabajo. Por el simple hecho de ser mexicano, de nacer en este país, se tenía acceso a las denominadas garantías individuales y al conjunto de derechos contemplados en el Estado Social”.

Agregó que es en este contexto que el 7 de septiembre de 1925, el gobernador de Jalisco José Guadalupe Zuno emitió el decreto de la Ley Orgánica de la Universidad de Guadalajara. “Así, luego de casi 65 años, durante los cuales las instituciones de educación media superior y superior del Estado operaron en forma dispersa y desarticulada, el 12 de octubre de 1925 fue formalmente inaugurada la Universidad de Guadalajara, siendo Enrique Díaz de León su primer rector en este nuevo periodo”.

Actualmente, entre los logros obtenidos gracias al trabajo cotidiano de la comunidad universitaria, destacan que más de mil académicos de la UdeG forman parte del Sistema Nacional de Investigadores (SNI), con lo que “refrendamos el liderazgo institucional al ser la universidad pública del interior del país con el mayor número de integrantes del Sistema Nacional de Investigadores”, que los 108 planteles de nivel medio superior que forman parte del Sistema Nacional de Bachillerato (SNB) y que el 94.2 por ciento de la matrícula de la Universidad se encuentra reconocida por organismos nacionales externos gracias a su calidad.

Además, la UdeG es la institución pública de educación superior del país con más programas registrados en el Programa Nacional de Posgrados de Calidad (PNPC) del Conacyt, con 146.

Entre los retos de la institución, el Rector General destacó la necesidad de consolidarla como una universidad incluyente, fortalecer la internacionalización y que estudiantes y académicos dominen por lo menos una segunda lengua, impulsar programas educativos vinculados a la ciencia y la tecnología, incentivar en el nivel medio superior las habilidades matemáticas, el pensamiento científico y el gusto por la tecnología, entre otros.

Asimismo, el manejo de las tecnologías para fomentar el aprendizaje colaborativo es otro de los retos de esta institución, destacó Jesús Arroyo Alejandre, académico galardonado en el acto y director de la División de Economía y Sociedad del Centro Universitario de Ciencias Económico Administrativas (CUCEA).

En su discurso se refirió a que en las últimas décadas se han transformado las formas de enseñanza, aprendizaje y de hacer investigación, mientras que el Rector General abundó en que la docencia debe ejercerse a partir de un enfoque interdisciplinario y a través de estrategias flexibles, que favorezcan la apropiación de conocimientos y habilidades por parte de los estudiantes. Por ello, dijo que es necesario propiciar nuevas estrategias de enseñanza que permitan actualizar las prácticas docentes para responder a los requerimientos de la sociedad del conocimiento.

Bravo Padilla también habló sobre la importancia de incentivar las habilidades matemáticas, el pensamiento científico y el gusto por la tecnología, además de impulsar programas educativos y formar profesionistas vinculados a las áreas STEM: ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas.

“Estos son algunos de los desafíos que debemos remontar para que la Universidad del siglo XXI tenga las características justas que le demanda, el ser internacional, emprendedora, incluyente, pertinente, innovadora y plural. Nuestra Alma mater piensa y trabaja en la actualidad y hacia el futuro, con base en el rigor científico, el compromiso con el desarrollo sostenible, la innovación, la calidad académica y la educación como bien público”.

Para cumplir con los retos, enfatizó Bravo Padilla, se cuenta con el valioso recurso de docentes, investigadores y trabajadores, quienes durante décadas de servicio han demostrado su compromiso con la máxima Casa de Estudio de Jalisco.

Artículo anteriorHomenaje luctuoso Arq. Jorge Enrique Zambrano Villa, rector de la UdeG
Artículo siguienteGuerra vs. drogas