Una experiencia musical a ras de suelo

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“Chicas Noches” no es sólo un juego de palabras: es un proyecto dedicado a la música que se incorpora a la oferta de promoción y difusión de agrupaciones de distintos estilos en esta ciudad. La sede de esta iniciativa es el Pare de Sufrir, uno de los espacios que ha privilegiado géneros como la cumbia, el afrobeat, la música balcánica y algunos destellos de folclor. Esta nueva propuesta busca estimular un encuentro íntimo entre las agrupaciones y el público, explica Pedro Jiménez Gurría, uno de los impulsores de “Chicas Noches”.

“Pensamos en incorporar algo de música en vivo, pero no sabíamos concretamente qué proponer”, dijo Jiménez Gurría. “Desde el principio nos gustó llamar a djs e incluir cosas de música norteña. Así fue como dimos un paso hacia ‘Chicas Noches’”.

Las primeras sesiones comenzaron hace poco más de un mes, en este transcurso se han presentado Pumpcayó, Dorotheo y Hey Chica!, bandas locales que tienen en común la gestación y desarrollo dentro del circuito independiente, aunque cada una posee un sonido particular. Del rock de fusión hasta las composiciones de corte indie pop, esta primera etapa de “Chicas Noches” funcionó como termómetro para medir la aceptación de aquellos que buscan aproximarse a la música de una manera relajada, sin olvidar la importancia de ofrecer calidad en las presentaciones, dicen sus creadores.  

Omar Magaña, periodista y editor, es otro de los promotores de “Chicas Noches”. El también baterista de Cien Ciénegas señala que el proyecto es una aportación a la producción musical de Guadalajara. “Lo que pretendemos mostrar es que la apertura de Pare de Sufrir es grande: el foro funciona para hacer muchas cosas”. Convencido de las posibilidades de un escenario de este tipo —pequeño en sus dimensiones, pero cálido por esa misma condición—, comenta: “Era necesario crear una propuesta en otro polo de la ciudad. Conjugamos la experiencia del maridaje entre la música y el mezcal, con la finalidad de que las agrupaciones obtengan algo de promoción y honorarios, aunque éstos sean mínimos, advierte.

El ofrecimiento que hace “Chicas Noches” es básicamente conjugar la energía de las bandas en directo, ofrecerles un espacio para efectuar sesiones en pequeño formato, una especie de showcase, algo que sus promotores denominan “sesiones a ras de piso y pegaditos a la audiencia”. La curaduría musical es hecha por Zurcido Invisible, productora creada específicamente para esta plataforma. “La parte más importante es consolidar el concepto”, señala Omar Magaña. 

“Chicas Noches” se distingue por hacer sesiones intermitentes: un miércoles sí y otro no. Pronto entrará en un segundo ciclo, que inicia el 23 de julio y concluye el 1 de octubre. Por supuesto, con una selección de bandas locales. Para complementar la experiencia y crear un testimonio sobre el proyecto, “Chicas Noches” cuenta con un sitio en la red que permite conocer más sobre las agrupaciones invitadas. Pare de Sufrir se localiza en Argentina 66, entre avenida Vallarta y López Cotilla. La entrada es sin costo.

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