Un ejemplo de resistencia

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    A propósito de la nota aparecida en Gaceta Universitaria 379 (publicada el 14 de febrero), en las páginas 12 y 13, deseo comentar algunas cuestiones de interés.
    El movimiento del Sindicato Nacional Revolucionario de Trabajadores de Euzkadi (SNRTE) debió recorrer un largo camino para conseguir sus fines.
    Mantuvo en pie la defensa de sus derechos laborales y quedó consolidado como un ejemplo para miles de empleados en México, pero además logró construir una red de organizaciones que mostraron solidaridad con su lucha, situación que permitió el surgimiento de una alternativa en las formas de agrupación social.
    Los huelguistas de Euzkadi pueden ser descritos como un movimiento obrero monoclasista, y por lo tanto, tradicional. Sin embargo, la incorporación de redes de apoyo de otras organizaciones produjo un conglomerado de individuos pertenecientes a diversas clases sociales, algo que dio como resultado un bloque de resistencia que combina el pasado con el presente.
    En nuestra sociedad algunos grupos y organizaciones (por ejemplo, los de clase u obreros) han sido superados, ya que su identidad es amenazada. Por este motivo los huelguistas de Euzkadi constituyen un modelo que puede contribuir a generar nuevas acciones de tipo colectivo.
    El SNRTE alcanzó la victoria con esfuerzo. Su huelga fue reconocida como legal. En cumplimiento a la legislación laboral, la reapertura de la planta y la restitución de sus fuentes de empleo están próximas.
    El movimiento que surge con la huelga de Euzkadi, además de ser una fuerza social emergente, representa una reivindicación de la clase obrera, ya que juega un importantísimo papel en el desarrollo de la conciencia de lucha, no solo de los trabajadores, sino de todas las personas y ciudadanos que aspiren a una sólida conciencia política.
    Los nuevos movimientos sociales, sean propositivos, de construcción de alternativas, de resistencia o protesta, deben recordar que existe un pasado y una filosofía que podrá serles de ayuda, pues muchos son producto de las estructuras de explotación y dominación que están en expansión por todo el globo terráqueo.

    Alejandro Carrillo,
    alumno de la licenciatura en estudios políticos y gobierno, CUCSH.

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