Un centro joven con compromiso social

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La creación de la Red Universitaria de Jalisco en 1994, representa la transformación de mayor calado que haya tenido la Universidad de Guadalajara desde su fundación, en 1925, producto del impulso renovador de un liderazgo, el del licenciado Raúl Padilla López, entonces rector de la institución, quien mediante ese proyecto logró una nueva dimensión de la prestación de servicios de educación media y superior, que fue posteriormente imitada en otras entidades federativas. Desde entonces, la Casa de Estudio ha crecido, no solo en tamaño, cobertura y distribución geográfica, sino en indicadores de calidad para la docencia y la investigación, factores que la ubican como la segunda universidad pública en el país, por su matrícula y posicionamiento.

La evolución de la Universidad de Guadalajara ha sido constante a lo largo de los últimos 20 años, en los que han sido creados —como consecuencia de la dinámica institucional—, divisiones, departamentos, centros e institutos de investigación; de la misma manera, escuelas preparatorias y nuevos centros universitarios han aparecido en la geografía de Jalisco, al igual que el Sistema de Universidad Virtual.

En este contexto de intenso desarrollo nace el Centro Universitario de Tonalá (CUTonalá), un centro emergente que acrisola los aprendizajes institucionales generados a lo largo de casi dos décadas. Fue creado como un centro con vocación inter y multidisciplinaria, para la formación de profesionales competentes, con valores y compromiso social, así como la generación de conocimiento para la solución de los problemas socioeconómicos de su entorno.

El CUTonalá abrió sus puertas a los primeros estudiantes en febrero de 2012, con 11 programas de licenciatura y 827 alumnos. El crecimiento del centro ha sido vertiginoso. En el ciclo escolar 2014B son ofrecidas 13 licenciaturas y cinco posgrados, uno de los cuales cuenta con el reconocimiento del Padrón Nacional de Posgrados de Calidad, del Conacyt; la matrícula vigente registra 3 mil 839 estudiantes en total, lo que representa un incremento significativo en tan solo dos años.

El CUTonalá, por su carácter multitemático, fue dictaminado como centro regional, pero su ubicación dentro de la zona metropolitana de Guadalajara lo ha acercado más a las necesidades, problemas y dinámica de desarrollo de los centros temáticos: de ahí su rápida evolución. Esta dualidad de su ser le deja una impronta que lo hace distinto del resto de las entidades de la red y, conjuntamente con sus programas educativos innovadores, define un perfil único que le otorga identidad.

El centro ha sido un espacio donde se han fusionado las distintas culturas provenientes de los centros universitarios que nutrieron su nacimiento. Ese hecho, y su carácter innovador, están propiciando la gestación de un modelo académico propio, a partir de las premisas de una educación centrada en el aprendizaje, con enfoque en el desarrollo de competencias genéricas y profesionales, la formación valoral y el uso intensivo de las tecnologías del aprendizaje y la comunicación.

Los ejes orientadores del CUTonalá son la sustentabilidad, la salud, el agua y la energía. Alrededor de estos temas se han propuesto los programas educativos de pregrado y posgrado, a la par de otros que, por sus características, son novedosos en la educación superior y se orientan a la atención de necesidades específicas del entorno.

La juventud del centro se refleja también en los investigadores que han llegado a incorporarse a la planta académica. Ellos han incidido en el rápido crecimiento de los indicadores de capacidad académica. A la fecha se cuenta con 23 miembros del Sistema Nacional de Investigadores (13 de ellos de reciente incorporación), cantidad significativa para el tiempo que lleva en funciones esta entidad de la red. Aunado a ello es de destacar que el 98 por ciento de los profesores de carrera de tiempo completo cuentan con estudios de posgrado.

Como comunidad, hemos unido esfuerzos para cumplir con el compromiso de formar con calidad y calidez, animados por el lema que refleja el espíritu universitario: “Piensa y trabaja”.

La tarea no ha sido fácil. Enfrentar una demanda desbordante en precarias instalaciones de carácter provisional, que primero han tenido que adecuarse, luego ampliarse y ahora, para continuar admitiendo nuevos alumnos, dividir la población estudiantil entre las nuevas instalaciones y las provisionales, ha sido una labor desafiante y compleja. Por eso los resultados obtenidos hasta hoy tienen para nosotros un sabor distinto: el del fruto primero, cosechado tras largas jornadas de trabajo y no pocas noches en vela.

Continuaremos con el mismo entusiasmo del primer día, en la construcción del CUTonalá, portador orgulloso del espíritu que ha animado a la Red Universitaria, que llega a sus dos décadas de existencia.

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