Un aumento que sale caro

727

Las cifras son claras: obtener los 121 artículos de primera necesidad que comprenden la canasta básica, al mes, ha duplicado su costo total desde el 2004 a la fecha. Hace diez años, obtener dichos insumos para la vida diaria tenía un precio mensual de 3 mil 764 pesos; hoy, los mismos productos se obtienen con 7 mil 570. Por tal motivo, el análisis del aumento al salario mínimo se vuelve necesario.

Esto, de acuerdo al investigador Héctor Luis del Toro Chávez, quien se basa en los estudios que efectúan de manera permanente, en periodos bimestrales, en el Departamento de métodos cuantitativos del Centro Universitario de Ciencias Económico Administrativas (CUCEA), que tienen el objetivo de dar seguimiento al fenómeno inflacionario en la Zona Metropolitana de Guadalajara, con indicadores que reflejen desde el acontecer local hasta dimensiones nacionales.

“Los 121 artículos que se tienen considerados como de primera necesidad son principalmente de carácter alimenticio, otros son destinados al cuidado personal y otros al cuidado de la casa. Quiero hacer la aclaración de que no se consideran una serie de servicios que son fundamentales e imprescindibles, y que de serlo obviamente sería mucho más elevado, me refiero a si se considerara el gasto en el transporte público, energía doméstica, agua potable y detalles de esa naturaleza”.

Actualmente el Consejo de Representantes de la Comisión Nacional de los Salarios Mínimos contempla dos áreas a nivel nacional, las cuales están calificadas como Zona Geográfica A y Zona Geográfica B; para la primera, el salario mínimo a la fecha es de 67.29 pesos diarios y para la segunda 63.77. La ZMG pertenece al primer sector.

Según comenta Del Toro Chávez, en lo que va del 2014 se ha generado una inflación del 4.76 por ciento, lo que indica que de los 2,018.70 pesos que percibe una persona que gana el salario mínimo al mes, sólo puede aprovechar mil 926.98 pesos, pues el aumento de precios de ciertos productos le afectan directamente.

De acuerdo al historial de aumento de salario mínimo, éste es de entre 1.8 y 3 pesos anuales. Actualmente el tema salió a la luz porque Gustavo Madero, presidente nacional del PAN, propuso el aumento del salario a 80 pesos diarios, retomando una iniciativa ya expuesta anteriormente por la izquierda.

Al respecto, hay opiniones contrarias, las cuales argumentan que se generaría más desempleo en caso de que el salario mínimo aumentara, y que crecería el empleo informal —en el que está insertado, según la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo del INEGI con respecto al primer semestre del año 2014, el 60 por ciento de la población—, lo que perjudica a la economía, pues las ganancias que se perciben no impactan directamente al crecimiento nacional del PIB.

El investigador de la UdeG defiende el aumento, sin embargo comenta que se deben “estar instrumentando acciones en pro de la situación” en cuestiones como tener un organismo que vigile y establezca los precios de diferentes bienes, “esto serviría para no caer en las famosas espirales que se presentaban en las décadas de los sesentas y los setentas, de que sí aumentaba el salario, pero luego aumentaba el precio del producto y esto se convertía en una carrera interminable donde siempre salía perdiendo el salario”.

Acerca del crecimiento de la informalidad, dice que se debe a la misma “insuficiencia en los ingresos que tienen las personas, incluso esto orilla a jóvenes a caer en actividades de naturaleza de tipo ilícito”.

En cuanto a los posibles beneficios al sector económico y laboral que pueda traer consigo la recientemente aprobada reforma energética, Héctor Luis del Toro considera que a lo largo de la historia el país ha dependido mucho de este sector y con la apertura a empresas extranjeras puede que haya muchas mejoras, no obstante dice que si no se modifican las cuestiones de la distribución de las utilidades, los resultados seguirán siendo los mismos.

“México está atravesando actualmente por una crisis económica, política y social, y lo que se ha pretendido es maquillar esto, nuestro salario mínimo es de los más bajos del mundo; para aumentar el salario y que sea benéfico debe haber estrategias de solución que estén apegadas a la realidad”, concluye.

Artículo anteriorUn municipio lleno de historias
Artículo siguienteConvocatoria para la elección de consejeros académicos y alumnos al Consejo General Universitario