Aunque no corresponde con su infraestructura, el Aeropuerto Internacional de Guadalajara (AIG) destaca por los flujos comerciales —tanto de carga como de pasajeros— con el resto del país y el extranjero, señaló la estudiante del doctorado Ciudad, Territorio y Sustentabilidad del Centro Universitario de Arte, Arquitectura y Diseño (CUAAD) Erika Cárdenas Gómez, al anunciar que está a la espera de que la UdeG le financie la edición de su libro El Aeropuerto de Guadalajara: Mercancías y Pasajeros. Trabajo que tiene origen en su tesis de maestría.
Cárdenas Gómez investigó a fondo la dinámica comercial del AIG y constató que es un elemento de conexión entre la economía de Jalisco y la global, al vincular procesos productivos locales y regionales con los grandes centros de producción y de consumo internacionales.
Como ejemplo citó a la industria electrónica, que fue importante para el crecimiento de la economía de Jalisco, en donde el AIG sirvió como un instrumento de conexión de ciertos procesos. Concretamente al unir procesos productivos locales con el mercado global.
Se trata, dijo, del segundo aeropuerto más importante del país, después del de la Ciudad de México y arriba del de Monterrey en la aviación comercial en el país, así como por ocupar el segundo lugar en el valor del traslado de mercancías, sólo por debajo de la vía carretera, y encima del carretero-ferroviario y el marítimo.
La también egresada de la licenciatura en Estudios Internacionales por la UdeG, sustentó su aseveración en las importantes inversiones de los movimientos de exportaciones del año 2000 al 2008, mismas que rebasan los cinco mil millones de dólares anuales, dejando una importante derrama de utilidades.
En cuanto a las importaciones que ingresaron al estado por la vía aérea, éstas provinieron en primer lugar de América del Norte, seguidas por Asia y Europa en orden de importancia.
Asimismo, en el ámbito nacional, el AIG tuvo un intercambio de mercancías con el Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México de 14 mil 997 toneladas en 2008, seguido por los intercambios sostenidos con el Aeropuerto Internacional de Tijuana, San Luis Potosí, San José del Cabo y Mexicali.
En contraparte, en ese mismo año el AIG recibió 13 mil 544 toneladas en mercancías de la capital del país, lo que representó un intercambio comercial a su favor. Le siguió en segundo lugar la ciudad de San Luis Potosí, Tijuana, Monterrey y Toluca.
Por otro lado, cuando la terminal tapatía fue lugar de origen en el ámbito internacional, sus relaciones comerciales fueron más voluminosas con el exterior. Éstas se concentraron con las ciudades estadounidenses de Los íngeles y Memphis (ciudades sede de empresas de mensajería como UPS y FEDEC). Con la primera ciudad intercambia 17 mil 815 toneladas y con la segunda 12 mil 899. Le siguieron la ciudad de París, Francia, y las ciudades de Louisville y Huntsville, de Estados Unidos,
Esta evidencia, dijo la universitaria, asienta el carácter internacional del aeropuerto pero con mayor énfasis al sur de los Estados Unidos. No obstante, se puede decir que su inserción es “marginal” si se toma en cuenta su rol en la red aeroportuaria mundial, además de que Jalisco está insertado sólo en procesos económicos globales muy específicos como el de la industria electrónica.
La estudiante de doctorado establece que la terminal aérea tapatía ha fungido como un importante instrumento de la globalización económica del estado, pues generó y promovió la integración de la economía local con el mercado global. Fue también un elemento de consideración que ofrecía ventajas competitivas para la localización de grandes empresas transnacionales, agencias aduanales, líneas aéreas y empresas de mensajería nacional e internacional, además del comercio intra-firma entre la matriz de empresas trasnacionales y sus sucursales.
