Sustentabilidad

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El modelo económico que ha dominado la actividad humana durante los últimos 150 años ha propiciado un deterioro en los recursos naturales con los que deberíamos cohabitar y los que deberíamos proteger, sobra señalar que sin ellos se acaba con el equilibrio ecológico, y con esto la vida del planeta, hay millones de voces que claman por detener el daño que día a día le hacemos a bosques, selvas, ríos y mares.

La extinción de especies de plantas y animales ha sido propiciada por la actividad humana, ya sea la eliminación de bosques enteros para la industria inmobiliaria, hasta la alteración genética de especies, el hombre y su increíble ignorancia participan activamente como cáncer que consume inevitablemente las células sanas del mundo, sin la mínima responsabilidad y el respeto que debiera tener por su entorno.

Hemos sido testigos, muchas veces silenciosos o ausentes del daño que industrias transnacionales le causan a nuestro hogar y que no solo lastiman el entorno natural, sino que además, ocultan —o tratan de hacerlo— que lo realizan sistemáticamente, la falta de conciencia ecológica de esos empresarios aunado a la corrupción o la nula regulación ambiental de ciertos gobiernos son paraísos para que esos terroristas ambientales se hagan millonarios a costa de nuestra propia existencia, pero no son los únicos que atentan contra nuestra permanencia en este planeta, también lo hacen aquellos campesinos que por ignorancia y con la complacencia de autoridades talan miles de hectáreas con el afán de llevar el sustento a sus familias, desconociendo que al hacer eso retiran el agua de sus cultivos ya que tarde se dan cuenta que esas selvas que talaron por sembrar arroz y frijol eran precisamente las que atraían la lluvia y el clima propicio para qué se desarrollaran esos cultivos.

En los últimos dos lustros se han dado algunos esfuerzos por posicionar una idea: sustentabilidad.

La sustentabilidad ha sido la respuesta de miles de organizaciones no gubernamentales y universidades para los gobiernos y empresarios que han ido poco a poco acabando con los recursos naturales, pero hablar de sustentabilidad no es solo hablar de un concepto o una idea, se trata de toda una cultura.

En distintos países, sobre todo, aquellos llamados “desarrollados” han surgido modelos desde los mismos gobiernos, universidades e iniciativa privada para preservar bosques y selvas implementado estrictas políticas ambientales tales como altas multas por contaminar o hasta el cierre parcial o total de industrias altamente contaminantes, sin embargo, esas industrias buscan en países sin políticas en ese sentido o con un alto grado de susceptibilidad a la corrupción, sus nuevos domicilios para operar, lo que en nada ayuda a resolver el grave problema, ONG’s y países han ido más allá, se han propuesto vetar esas industrias para que no comercialicen sus productos o servicios en otros países, ello como estrategia para que rectifiquen y operen con conciencia ecológica, es decir, de manera sustentable.

Hay promotores de esta llamada sustentabilidad que sugieren que el cambio está en nosotros mismos y que rostro le ponemos al problema para lograr solucionarlo y tienen razón ya que no solo se trata de una regulación estricta o políticas de cero tolerancia contra esas empresas (siempre necesarias para estos casos) sino de un cambio de hábitos de consumo y de desecho del hombre, tales como usar menos agua para todo y en todos los casos, reutilizar plásticos y/o llevar nuestras propias bolsas ecológicas al mercado, buscar opciones distintas al uso de combustibles fósiles, reciclar papel y cartón en oficina y en el hogar, no arrojar basura en la calle, no utilizar secadoras de ropa, separar la basura para propiciar el reciclaje pero sobre todo lo más importante: cambiar nuestra actitud frente a este problema, hacerlo nuestro, ser corresponsables y resolverlo juntos como sociedad.

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