Sobreviviencia espinosa

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    El Cerro de la Mesa Redonda es lo primero que se visualiza al arribar a Lagos de Moreno, municipio de los Altos de Jalisco. El sitio es icónico en la historia de la región, pues en él se escribieron diversos capítulos de la revuelta cristera, ya que dicen que allí fusilaron y enterraron a muchos de los combatientes que defendían su libertad religiosa, por lo que en sus faldas hay cruces en memoria de los abatidos.

    Mauricio Larios Ulloa, estudiante del Centro Universitario de los Lagos se dedicó a estudiar ese terreno y realizó, como proyecto de tesis para su titulación de la licenciatura en biología, un catálogo de las especies cactáceas que crecen en el cerro, detectando en particular dos: una cuya existencia fue registrada por la doctora del CUCBA, Ilda Arreola, conocida como Mammillaria Polythele, y otra, de la que aún no hay registro en el estado, que es la Mammillaria Crinita.

    Como proyecto de maestría, Larios Ulloa estudia su comportamiento en el clima del cerro y el impacto que los diversos fenómenos sociales tienen sobre este cactus, ya que en diferentes épocas del año realizan peregrinaciones y misas masivas en honor a los cristeros, las cuales amenazan su existencia.

    “Mauricio indicó que hay especies que únicamente están presentes en esa zona, de las cuales no se ha reportado la presencia en ninguna otra parte de Jalisco. Sin embargo, sobre la crinita hemos observado en la literatura que hay ya pocas especies, lo que está indicando que una de las primeras cosas que tenemos que hacer es una actividad de preservación”, dijo Sofía Loza Cornejo, investigadora de CULagos y asesora del proyecto de maestría.

    Agrega que otra de las acciones a emprender son trabajos de propagación de la planta, para no propiciar su desaparición. Por lo pronto, una de las actividades que están realizando es un censo poblacional de la planta en la zona, así como del polythele y de la mammillaria uncinata, especies localizadas en el mismo sitio.

    “Necesitamos conocer cuántos ejemplares hay y también tratar de propagarlos, porque las cactáceas en general tienen un alto riesgo, porque son especies apreciadas para uso ornamental, gracias a que las flores que producen son atractivas y la gente por eso las recolecta. Por ello pensamos en una posible reproducción, para justificar su conservación a través del método de venta en los hogares”.

    Otro de los beneficios de las plantas es la diversidad en aplicaciones que tienen, puesto que pueden usarse de manera medicinal e incluso las pigmentaciones del fruto se utiliza en la industria como colorantes naturales en el campo de los alimentos, evitando daños a la salud.

    Mauricio Larios comenta que el fin de la investigación es conocer los hábitos de subsistencia de las plantas: “También se estudia la flor, el fruto, los estalinizadores y, claro, todo lo que propicie la supervivencia. Incluso la mano del hombre, para una vez que se tengan todos estos datos, sugerir medidas de conservación. La idea es que mi trabajo se integre a otros, para que en un futuro hacer de este cerro una zona protegida”.

    En el mismo sentido, Loza concluye que en la zonas donde se encuentra el cactus hay afluencia de visitantes “e incluso turismo religioso que realiza ceremonias masivas”, lo que se convierte en un factor de impacto.

    Otra amenaza son “las poblaciones o viviendas que se están acercando al hábitat donde la planta crece de manera silvestre, lo cual urge a dar a conocer lo que los investigadores estamos haciendo y luego invitar a las autoridades a cuidar la zona, y no esperarnos a que la planta esté a punto de desaparecer”.

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