Sobre el alcoholismo y el glamour

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El alcoholismo, las maneras de enfrentarlo, su relación con el arte y el glamur son los temas que reúnen a veinte piezas —entre videos, instalaciones, objetos cotidianos, dibujos y algunas fotografías— en la exposición “La cura”, de Denise Camacho.

La exposición es el resultado de todo un proceso que vivió Denise con su esposo alcohólico (quien murió hace tres años), en el que son comunes los ciclos, las repeticiones, el sentirse atrapado en una situación de la que es difícil salir.

Para ella, el arte fungió como un canal de sanación, y como resultado arrojó una propuesta que abarca varias maneras de curarse ante esta situación. Denise trabajó con distintos artefactos, dibujos, algunas partes de películas, entre otros.

“Yo me apropio de imágenes o fragmentos de filmes, les doy otro sentido para que jueguen todos estos elementos entre sí hablando de la temática del alcoholismo”, expresa Denise Camacho.

La artista trabajó con las piezas durante dos años, se coordinó con el museógrafo Cuaco Navarro y desde septiembre del año pasado con el curador Mario Wandu, quien considera a la exposición como una sola pieza, como una historia con un principio y un final.

“La gente puede llegar y encontrar una maceta, que bien pudo tirar una persona alcoholizada al pasar por el patio de una casa, una silla quebrada y otras en hilera, a semejanza de la manera en que se colocan durante una sesión de Alcohólicos Anónimos”.

El propósito de Wandu fue darle a la exposición un sentido artístico y glamoroso, mostrando también a ciertos personajes del cine y la literatura como Charles Bukowski, (1920-1994), quien escribió el guión de Barfly: el borracho, un relato autobiográfico; Guillaume Apollinaire (1880-1918), quien tuvo una influencia decisiva en la formación de las vanguardias de principios de siglo XX y Charles Baudelaire (1821-1867).

La exposición muestra a través de fragmentos de películas a la chica glamorosa o el hombre de mundo consumiendo una bebida alcohólica, además de objetos personales del esposo de Denis y algunos de los dibujos que hizo, otros de plantas que la gente usa para curar el hígado, de Fernando Banda. El propósito de estos elementos es jugar con la ficción y la realidad.

“Interesa la ambigüedad de la exposición, queremos que los visitantes se sientan emborrachados y mareados, que encuentren en las piezas que se exhiben un reflejo de su vida personal, que puedan identificarse con una pieza y completar los mensajes o el discurso. Los espectadores se encontrarán a la mitad de un charco, con dificultad para captar diferencias entre arte y realidad”.

“La cura” es el  un producto de la maestría de Educación y Expresión para las artes que Denise Camacho cursó en el Centro Universitario de Arte, Arquitectura y Diseño (CUAAD) y su primera exposición individual. Camacho ha participado en distintas exposiciones colectivas desde los años noventa; en Guadalajara, en recintos como el ex Convento del Carmen y en el Laboratorio de Arte Variedades (Larva), además de otros lugares del país como la Ciudad de México.

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