Sin respuesta

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    En días pasados escuchamos la noticia de que el expresidente Ernesto Zedillo Ponce de León era candidato para dirigir el Banco Mundial.
    Tal vez muchos, ya que olvidar es una constante del pueblo mexicano (me incluyo), no recuerdan la administración de Zedillo. Sin ánimo de ser partidista, que no es mi intención, quiero que usted, estimado lector, traiga a la mente ese sexenio.
    Muchos creen que suceder a Colosio fue un traje demasiado grande para este personaje. En lo personal considero que lo portó con serenidad y prestancia, sin la prepotencia de López Portillo, la sobrada “amabilidad” de De la Madrid y sin la falsa modestia de nuestro ejecutivo guanajuatense, a quien entregó con dignidad la banda presidencial.
    Debemos aceptar que estos personajes son los que han dado forma (la que ésta sea) a nuestro país.
    Todos queremos un país que aspire realmente al desarrollo en todos los sentidos, pero cuando las decisiones que lo encaminarían para allá no las puede tomar usted o yo, tendremos que confiar en nuestros representantes.
    Aquí es donde la puerca tuerce el rabo, porque vemos que tales decisiones son tomadas con aire de suficiencia irresponsable y que nuestro Estado sufre las consecuencias.
    En un programa televisivo del canal TVC, oí comentar a Rosario Robles acerca de la extrema presencia en los medios de nuestros representantes sociales, en los que hacen alarde de los beneficios que hemos obtenido por su trabajo, hecho que la conductora definió como la política de un “país bananero”, donde hasta el presidente municipal quiere salir en la tele.
    Un ejemplo: comentan que Jalisco tiene el porcentaje más alto en donación de órganos de nuestro país, pero terminan por mencionar a su gobernador. Pregunto: ¿fue un logro particular del mismo? ¿Acaso la sociedad tomó el ejemplo de este personaje para alcanzar tal cifra, cuando hemos derramado bilis por los bonos que dio a los diputados y sufrido los maltratos y el mal servicio en el transporte público, la corrupción y el inadecuado manejo de los fondos estatales?
    Como integrante de la Universidad de Guadalajara, me preocupa el desarrollo de mi país y quiero ver que nuestros egresados sean personas capaces de tomar decisiones importantes para llevar a nuestra nación a un mejor puerto. Si ellos se interesan en adquirir una formación superior para ser mejores ciudadanos, pretendo que los políticos hagan lo mismo, para que las decisiones que tomen trasciendan los niveles de primaria y secundaria.
    La conductora del programa comentó que como medio de comunicación, su función era decir la verdad, tal como fuere, por dolorosa que parezca. Luego preguntó: ¿para qué quiere la sociedad la verdad?
    Cuando Fox afirma que su gobierno ha terminado con la oscuridad del proceder de los políticos en todos los niveles, que la sociedad tiene acceso a la información para saber en qué utilizan el dinero de nuestros impuestos, siento impotencia ante la compra de toallas de cuatro mil pesos o frente al monto de los bonos ya tan mencionados, mientras el salario mínimo de los tapatíos es de 45 insuficientes monedas de a peso.
    Cuando la referida conductora pregunta sobre las funciones de la verdad, me quedo sin respuestas.
    Mientras las encuentro, siento beneplácito porque un mexicano sea director del Banco Mundial. Esto me ayuda a creer que nuestro país tiene un gran futuro.

    José Isaac Cortés López,
    académico del Centro Universitario de Arte, Arquitectura y Diseño, UdeG.

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