Organismos como Amnistía Internacional han mostrado su preocupación por la situación que sufren los migrantes a su paso por México. De acuerdo a un informe sobre el tema, éstos aumentaron en el último lustro, así como “los secuestros rutinarios, la violencia sexual, el reclutamiento forzado en grupos del crimen organizado, el tráfico de personas, y el asesinato de migrantes continúa sin control. La impunidad de estos graves abusos permanece en la norma”.
Prosigue: “El gobierno de Enrique Peña Nieto no ha tomado hasta ahora ninguna medida para corregir el fracaso rotundo del gobierno anterior para hacer frente a esta crisis humanitaria. Una vez más, el destino de los migrantes irregulares en México, parece ser una cuestión secundaria. Sin embargo, albergues para migrantes y defensores de derechos humanos han informado a Amnistía Internacional de un creciente flujo de migrantes y más incidentes de secuestros y otros ataques contra migrantes y defensores de los migrantes”.
En Jalisco, el Centro de Atención a Migrantes que atendía la asociación “FM4 Paso Libre”, anunció el 29 de julio que cerraría sus puertas por la inseguridad agudizada en los últimos 18 meses en la zona aledaña a las vías del tren.
Con esto los centroamericanos en tránsito ya no reciben los apoyos de comida y ropa limpia que les otorgaban. Aunque el gobierno de Jalisco anunció que apoyarían a los activistas con otro espacio para realizar su labor humanitaria, varios vecinos del inmueble donde se proyecta ubicar el nuevo centro, se mostraron en desacuerdo.
