El pasado 22 de noviembre la Comisión negociadora del Sindicato de Trabajadores Académicos (STAUdeG) registró ante la Junta local de conciliación y arbitraje el emplazamiento a huelga en la Universidad de Guadalajara.
El objetivo: conseguir un aumento salarial del 10 por ciento (lo equivalente a la pérdida del poder adquisitivo de los universitarios en los últimos años), así como una revisión del Contrato colectivo de trabajo. El año pasado esta casa de estudios solo concedió un 3.8 por ciento de incremento, directo al salario.
La Secretaría de análisis económicos, políticos y sociales de este gremio presentó con anterioridad a la Asamblea general el documento que dio pie a la solicitud de aumento. El texto desglosa el índice de confianza del consumidor, el cual refleja el grado de certidumbre económica expresada por los ciudadanos y cómo ha evolucionado la inflación.
El secretario general del STAUdeG y quien encabeza la Comisión negociadora, Carlos Orozco Santillán, externó a los medios de comunicación el trato lamentable que han recibido las universidades públicas por parte del Ejecutivo federal y el Congreso de la Unión.
“No hay incrementos a los presupuestos (para dichas instituciones educativas) en 2006 y eso afectará de manera notoria las expectativas de los trabajadores, incluso la calidad y cobertura de las universidades. Sabemos de las dificultades para que atiendan nuestras demandas, pero no cejaremos en nuestro empeño por abatir el rezago en los emolumentos de los académicos”.
Añadió que hoy 28 de noviembre, junto con la Unión Nacional de Trabajadores y el Frente Nacional Sindical, harán un pronunciamiento y acordarán acciones para denunciar el trato injusto que se les da en México a las instituciones de educación superior públicas, mientras que países como Chile o Argentina han invertido la mayor parte de su esfuerzo en este rubro.
Además de lo salarial, llevarán a cabo una revisión contractual por violaciones al contrato colectivo, entre ellas la rotación de profesores e investigadores sin derecho a la defensa, pues con frecuencia son removidos de sus horarios o despedidos sin causa justificada y sin llegar a la conciliación.
Otros aspectos a tratar son las bolsas para la capacitación profesional de los académicos, una vez que el STAUdeG ya cuenta con una propuesta sobre los montos y el destino que tendrán los recursos a invertir.
Carlos Orozco aclaró que el emplazamiento a huelga es un derecho jurídico, mas no el único para la conciliación, pues hasta ahora se ha dado un diálogo favorable con las autoridades de la UdeG. Por lo tanto, en caso de que estallara la huelga el 1 de febrero de 2006, se impartirían las clases bajo protesta, pues no se trata de afectar a la sociedad, la cual espera pertinencia y calidad de las universidades públicas y a la que los verdaderos universitarios debemos reconocer como el “único patrón”.
*Jefa de la Unidad de comunicación social.
Visite nuestra página www.staudg.org.
