Riqueza olvidada

    1318

    Después de que ingresó a el Colegio de Jalisco, institución de la que fue director académico, Andrés Fábregas Puig inició en 1998 el estudio de la región Norte de Jalisco, junto con un grupo de investigadores. Con los resultados obtenidos, en 2000 fundaron el Seminario permanente de la Gran Chichimeca, con el fin de que los investigadores de la región den a conocer sus trabajos.

    Fue ahí donde Fábregas comenzó a descubrir la riqueza oculta del Norte de Jalisco y el sur de Zacatecas, y ahora puede enumerar diferentes sucesos históricos-culturales únicos de la región y que requieren de la atención de distintas instancias para que no queden en el olvido.

    Por tal motivo, en la pasada edición del noveno Encuentro de especialistas de la región Norte de Jalisco y sur de Zacatecas, Andrés Fábregas recibió el premio Tenamaxtle, otorgado a quienes hayan contribuido al adelanto de la región. Sobre éste, el antropólogo se dice agradecido por la presea y agrega que recibirla implica un compromiso, puesto que Tenamaxtle fue un luchador social y crítico de su época. Esto lo lleva “a respetar su memoria”.

    Sobre la zona, comentó que hace falta ponerle atención, pues hasta ahora está olvidada: “Hace falta mayor inversión en la región, mayor detenimiento para ver cuáles son sus potenciales. Por ejemplo, en producción de maderas. Ahí se puede tener una empresa estatal de madera, bien cuidada. No digo para la tala de bosques, sino una empresa maderera como las que hay en Suecia, en Finlandia, que no depredan el bosque, sino que lo explotan y ésta es conservado. También es una excelente región para criar venado. Ahí hay otro potencial enorme. Ya lo hicieron antes las grandes haciendas. También se puede cultivar trigo. Es impresionante la cantidad de trigo que podría salir de ahí. Es una buena región para investigar el orégano”.

    Comentó que otro punto que está perdiendo la zona es el recurso humano, que a final de cuentas está migrando hacia Estados Unidos, entregándole su fuerza productiva e inteligencia, a causa del poco interés e indiferencia de las autoridades mexicanas.

    Resaltó la llegada de la Universidad de Guadalajara a la zona, pues la institución ofrece educación superior no sólo a jóvenes de Colotlán, sino a los pertenecientes a otros municipios de la región e incluso del sur de Zacatecas.

    Dijo que después de la inauguración del Centro Universitario del Norte, la región vive un nuevo momento. Sin embargo, necesita inversión y programas de parte de la Secretaría de Cultura del estado de Jalisco o de la propia federación.

    “En la región, la gente está incluso ansiosa de una buena oferta cultural. Recuerdo que cuando iniciaba el CUNorte en el patio de la vieja preparatoria que está en el propio Colotlán, ahí hacían los jueves funciones de cine y pasaban películas y se llenaba. La gente iba con una gran ansia de saber. Después hacían un cine-debate muy interesante. Era muy agradable, porque se hacía al aire libre.”

    “Necesitamos que la gente de Jalisco esté bien informada, porque es importante lo que hoy llamamos el Norte de Jalisco, pues ahí se estableció el gobierno de las fronteras, justamente en la ciudad de San Luis de Colotlán. Ahí hubo una importantísima presencia del gobierno colonial, precisamente porque era el punto de partida para la colonización. Colotlán se convirtió en un centro de mestizaje. Era un lugar multiétnico y cosmopolita. Lo mismo podemos decir de la ciudad de Bolaños. Todo eso lo tenemos inexplorado y además desconocido por la sociedad jalisciense. Es una de las cuestiones que hay que recalcar, como lo es el pasado histórico de una región muy rica”.

    La zona es cuna de la etnia huichol, “un pueblo con una tradición extraordinaria, grandes cultivadores de maíz, con una cosmovisión del mundo profunda, con una capacidad para crear arte extraordinario”. Agregó que esto se vuelve obligatorio para que la sociedad jalisciense se acerque y conozca su estado.

    Artículo anteriorJhonatan Madrigal
    Artículo siguienteRectoría General