Riesgos que no vemos

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A nuestras mesas llegan productos agrícolas, como hortalizas, granos o carnes que han sido producidos, cultivados o cosechados en unidades de producción mexicanas, cuyos procesos deberían estar apegados a ciertos estándares de inocuidad que garanticen que son seguros para el consumo humano.

Sin embargo, según refieren especialistas en el tema, resulta complicado para las autoridades tener un control de la totalidad de productos comercializados, sobre todo en los tianguis y pequeños mercados.

El profesor del Centro Universitario de Ciencias Biológico y Agropecuarias (CUCBA), Guillermo Huitrón, explicó que existe mayor control en los productos que son exportados a otros países, pues cumplen con estándares internacionales, medida que no siempre es cumplida en el caso de los productos consumidos en México.

“Es difícil tener control de todas las pequeñas unidades de producción, como los ranchos. Por poner un ejemplo, un productor de calabaza, que encuentra que su producto hoy se cotiza mejor que ayer, saca su producto a los mercados aun cuando haya aplicado fertilizante recientemente”.

Los productos pueden estar contaminados de distintas formas, explicó el ingeniero, por las malas prácticas de higiene.

“Puede ocurrir que cuando un empleado sale a comer o al baño y cuando regresa a sus labores, no se lava las manos. Eso definitivamente puede contaminar los productos”.

Otros factores que disminuyen la inocuidad de los alimentos que consumimos, son los riesgos físicos que sufren algunas hortalizas, daño con astillas a causa de su transportación en cajas de madera.

Existen factores químicos por la aplicación de fertilizantes, pesticidas, hormonas y antibióticos durante los procesos de producción.

“Todas estas formas de contaminación tienen consecuencias y nos pueden enfermar e incluso provocar la muerte”.

En atención a estos problemas, el CUCBA diseñó el curso en Inocuidad agrícola, que será ofrecido en el Centro Universitario del Sur (CUSur), en Ciudad Guzmán. Está dirigido a productores, comercializadores, empacadores, personal docente, alumnos, médicos y a todos aquellos involucrados en el sistema agrícola, así como a gerentes coordinadores del área de inocuidad agroalimentaria en empresas.

“Estamos promoviendo este curso en el CUSur por su vocación agrícola, ubicado en una región altamente productiva de aguacate, fresas, frambuesas, zarzamoras y arándanos, así poseedora de invernaderos de jitomates, pimientos, berenjenas, entre otros productos”.

El curso será impartido por especialistas extranjeros y tendrá una duración de tres días, con el que buscan que los asistentes eleven la competitividad de sus empresas y las ajusten a los estándares internacionales, a través de capacitación que les permita convertirse en clientes de Estados Unidos y Canadá.

“Se trata de que les acepten sus productos, que las empresas se establezcan mediante procedimientos y registros, porque a veces eso es lo más difícil para el productor: estar registrando qué empleó en su cosecha y cuándo lo hizo, para llevar un control”.
El curso será del 12 al 14 de septiembre y los interesados pueden inscribirse hasta un día antes.

Un problema de salud pública
La Organización Mundial de la Salud (OMS) emitió en el año 2000 una resolución con respecto a la inocuidad alimentaria, en la que establece algunas medidas para el control sanitario y con ello combatir los millones de casos de enfermedades que son reportadas a esta organización a consecuencia de malas prácticas en el manejo de los alimentos.

La enfermedad más común propiciada por la falta de inocuidad, según datos de la OMS, es la salmonela, la cual causa diarreas y vómito, persiste por tres o cuatro días, aunque en casos extremos en menores de edad o ancianos, puede causar la muerte.

A través de la Organización Panamericana de la Salud, la OMS implementó un Programa regional de inocuidad de los alimentos, en el que emplea estrategias de evaluación y aplicación de estándares, capacitación en el manejo de alimentos, así como una estrategia de comunicación de riesgos identificados.

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