“Ser joven en esta época implica una gran responsabilidad”, retumbó la voz del actor Joaquín Cosío, ganador del premio Ariel 2011, por la película El infierno, al leer el discurso pronunciado por Salvador Allende para conmemorar el trigésimo octavo aniversario luctuoso del expresidente chileno.
Cerca de las 10:15 de la mañana el Auditorio Salvador Allende, del CUCSH, estaba abarrotado por alumnos, quienes revivieron el espíritu del político socialista, quien visitó a la Universidad de Guadalajara en diciembre de 1972, y que subrayó entonces: “Ser joven y no ser revolucionario es una contradicción hasta biológica”.
En una lectura de atril, el actor conocido como “El Cochiloco” citó a Allende: “Pero el estudiante tiene una obligación, porque tiene más posibilidades de comprender los fenómenos económicos y sociales y las realidades del mundo; tiene la obligación de ser un factor dinámico del proceso de cambio, pero sin perder los perfiles, también, de la realidad.
