Retos en la infraestructura educativa

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El entorno físico y digital para el aprendizaje en las instituciones escolares es un factor que incide inevitablemente en la educación de los estudiantes de cualquier nivel educativo. El artículo tercero de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, en la adición publicada en el Diario oficial de la federación el 26 de febrero de 2013, menciona que:

El Estado garantizará la calidad en la educación obligatoria, de manera que los materiales y métodos educativos, la organización escolar, la infraestructura educativa y la idoneidad de los docentes y los directivos garanticen el máximo logro de aprendizaje de los educandos.

Lamentablemente una cantidad considerable de planteles en México no cuentan aún con las condiciones necesarias para favorecer de manera efectiva la calidad de la educación mediante ambientes adecuados para aprender y desarrollar en los estudiantes el conocimiento, la creatividad y el talento.

El Censo de Escuelas, Maestros y Alumnos de Educación Básica y Especial (CEMABE), realizado en 2013 por el INEGI, documentó que solo el 74 por ciento del total de inmuebles donde funcionan planteles fue construido expresamente para fines educativos, mientras que el 24 por ciento lo adaptaron para ello, y el dos por ciento carece de construcción o bien está hecha de materiales ligeros y precarios1.

En los últimos años, a través de los recursos provenientes del Ramo 11 del Presupuesto de Egresos de la Federación, han estado atendiendo a aquellas instituciones educativas que presentaban problemas en la infraestructura, mediante programas especiales, como los de Escuelas de Calidad y Escuelas Dignas.

Ahora, como parte de la Reforma Educativa, pretenden realizar mejoras en las instituciones educativas de todo país, por lo que el 15 de octubre de 2015 se firmó un Convenio de Coordinación y Colaboración con las 32 entidades federativas para potencializar los recursos del Fondo de Aportaciones Múltiples (FAM) e iniciar la ejecución del programa “Escuelas al CIEN”.

Este es un programa federal que garantizará que los planteles educativos sean de buena calidad mediante la aplicación de recursos en mantenimiento, rehabilitación y equipamiento de las escuelas. Representa la mayor inversión que harán en el sexenio para mejorar la infraestructura educativa en el país. Con ello pretenden, en los próximos tres años, aplicar al sector un monto de 50 mil millones de pesos.

En el caso de la educación básica, la distribución la harán de acuerdo con el CEMABE, en tanto que en el caso de la educación media superior y superior, las entidades federativas y la Secretaría de Educación Pública (SEP) son los encargados de dar prioridad a los planteles con mayores carencias.

El programa compromete recursos de las participaciones federales que corresponden a cada estado para infraestructura educativa en los próximos 25 años, por lo que exige una planeación cuidadosa de la inversión que habrá de hacerse en los próximos tres, toda vez que al ser un recurso que implica adelanto de fondos, en los hechos representa una deuda que deberá ser pagada de conformidad a lo establecido en los convenios específicos que signen las autoridades estatales, para pagar lo que hoy son bonos bursátiles emitidos mediante los Certificados de Infraestructura Escolar (Cien).

A Jalisco le correspondieron 2 mil 278 millones de pesos para el año en curso, mismos que serán distribuidos en los niveles básico (primaria y secundaria), medio superior (bachillerato) y superior.

En el ámbito nacional se busca apoyar a 33 mil planteles de alrededor de 2 mil 11 municipios del país. Estas acciones prevén beneficiar a 5.2 millones de estudiantes, de los cuales 1 de cada 3 son de comunidades indígenas.

El supuesto es que el personal de cada uno de los planteles será parte importante para el desarrollo de esta política pública, porque serán ellos los encargados de optimizar los recursos destinados a solventar sus necesidades específicas, así como los padres de familias, quienes se encargarán de vigilar que realicen en tiempo y forma las obras de infraestructura y que los recursos sean ejercidos adecuadamente.

Ya garantizada la transparencia del programa, lo que se espera ahora es que los responsables cumplan y que todos los ciudadanos estemos atentos a los avances realizados y a la vigilancia de que la política pública lleve adelante los objetivos planteados.

1 SEP. (2013). Principales cifras del Sistema Educativo Mexicano 2012-2013. México

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