Repoblar con responsabilidad

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La estructura dónde se asentó la capital de la Nueva Galicia se encuentra en franco declive, la apatía, el desaliño y la indolencia han atrapado al centro metropolitano, que experimenta una éxodo incontrolable de habitantes.

La clave es la promoción de la vivienda
Parece muy sencillo pensar que en otras ciudades, incluso de las llamadas del primer mundo, se han logrado densificar en sus centros urbanos, pero aquellos éxitos provienen de un proyecto integral precedido de un inventario minucioso de sus bienes edificados, señala el arquitecto Guillermo Sandoval Madrigal, investigador del Centro Universitario de Arte, Arquitectura y Diseño (CUAAD).
En el caso de Guadalajara, el académico previene que ante los proyectos que pregonan “un repoblamiento del centro urbano”, se comience por eliminar las tendencias comerciales de viviendas como las que se construyen en Tlajomulco (y otros rumbos), “la densificación del centro, no puede ser de ninguna forma con casas de ese tipo”.
”Es muy probable que bajo la influencia de la modernidad muchas familias no entiendan las ventajas de vivir en el centro. Estamos muy acostumbrados a la imagen comercial, a lo nuevo, será un reto resaltar las conveniencias”.
Aunque Sandoval Madrigal planteó el escenario de posibles proyectos que se elaboren para aprovechar los espacios, que después sean fracaso, como sería la construcción de la Villa Panamericana en las inmediaciones del parque Morelos y otros sitios donde se derrumbaron o cayeron fincas. “La presunción de que no hay un inventario urbano serio hace recordar que muchas decisiones urbanas han sido tomadas en el tono de la ocurrencia. No hay plan integral que defina, ni siquiera cuales son las delimitaciones del Centro Histórico, no hay una visión holística del tema”, dice.
El académico explica que la realidad urbana del centro tapatío es de una gran diversidad. Una gran mezcla, tanto de casa grandes como de apartamentos, oficinas. Todos esos espacios deben ser ofertados mediante la revaloración de las ventajas de vivir en el entorno del centro de Guadalajara.
Para obtener un cambio de visión positiva hacia el centro de Guadalajara, Sandoval Madrigal propone que se instrumente, además de un plan integral que contemple un pormenorizado inventario, “una plataforma de promoción de mucha intensidad que resalte las bondades de vivir en el centro”.

El vocacionamiento
metropolitano
Para el doctor Daniel González Romero, coordinador del doctorado Ciudad Territorio y Sustentabilidad del CUAAD, el tema de la densificación metropolitana es controvertido. Aunque es plenamente natural para una ciudad como Guadalajara que, como otras grandes metrópolis del mundo anexan otros territorios ante los fenómenos demográficos, presentan simultáneamente una pérdida de población en el centro del asentamiento.
A esta manifestación demográfica, habrá que agregar que hay una crisis de vocacionamiento, es decir, hasta el momento no sabemos para qué nos queda el centro de Guadalajara, si no es que para la mayoría es sólo un espacio de tránsito y el asentamiento de los poderes públicos.
“Nuestra ciudad es hoy, principalmente en el centro, un territorio de habitación diurna que requiere, por su centralidad, cierto tipo de servicios que no son semejantes a los de los pobladores de los territorios de las afueras, hoy los habitantes de la zona metropolitana se enfocan en las inmediaciones de los centros comerciales y el eje histórico es un área de paso”, explica.
Por otra parte el también vocal ejecutivo de la Comisión de Planeación Urbana (Coplaur), indicó que otro punto es el estado de la infraestructura, pues es también muy normal que hasta ahora, a los gobiernos sólo les ha preocupado lo que se ve desde el suelo hacia arriba.
“El estado del drenaje, el agua, el suministro eléctrico deben ser factores a considerar en una planeación dirigida a la densificación de la ciudad. Recientemente cuando se realizó una reparación de banquetas se encontraron desagí¼es y otras sorpresas que nos revelan cuál es el estado de la infraestructura y de la información acerca de ella”.
Explicó también que densificar tiene que ver con el análisis de una viabilidad social para detectar el tipo de habitante que se requiere, para en su caso, determinar qué tipo de vivienda se necesita y diseñar una promoción específica, el tipo de programa y la viabilidad financiera.
No escapa al comentario del especialista el de la plusvalía del cual menciona que para el centro metropolitano no se ha realizado un inventario que verdaderamente dimensione el patrimonio del centro de Guadalajara.
“Me da la impresión que el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) no ha realizado una tarea bien enfocada, su visión me parece un tanto conservadora y atrasada lo que dificulta realizar una intervención moderna y así somos incapaces de llevar a cabo una transformación del centro”.
En esta misma idea el académico universitario señala “que en nombre de la modernidad, desgraciadamente, se destruyó gran parte del patrimonio de la ciudad”, no sólo refiriéndose a la paulatina degradación metropolitana, sino a los embates de los años 50 y el remate a finales de los 80, cuando los gobiernos impulsaron la cruz de plazas y la Plaza Tapatía, respectivamente.

Habitantes solos
La densificación de la ciudad de Guadalajara así como ocurre o ha ocurrido en otras ciudades es un asunto estratégico y hasta políticamente importante, comenta el director general del Patronato del Centro Histórico de la Ciudad de Guadalajara, el arquitecto Juan Antonio Naranjo Hernández. “Hay un problema de representatividad que se va complicando en la medida en que como es conocido el criterio demográfico, es el que da lugar a los distritos electorales y entonces el despoblamiento causa que Guadalajara pierda significación, los distritos más poblados están a las afueras de la ciudad”.
Este es sólo un aspecto de los que, comenta Naranjo Hernández, empiezan a influir en la capital del estado de Jalisco bajo la sombra del despoblamiento cada vez mas fuerte y en el que se localizan zonas de 50 habitantes por hectárea, una cifra prácticamente de abandono, “tema con el cual no hay que confundir la verticalización con la densificación, pues no aplican en automático, quién piensa que el centro se debe repoblar con edificios tiene una visión sumamente limitada”.
Y es que no se trata de construir edificios sino de reutilizar miles de metros cuadrados que se encuentran ociosos, con una estrategia para rescatar a cientos de edificios algunos hasta con mil 500 metros cuadrados de construcción que están deshabitados y a los cuales hay que redireccionar su vocacionamiento, refiere.
Para el director del patronato es obligación de políticos, funcionarios, profesionales inmobiliarios y desde luego de técnicos, extremar sus capacidades creativas para solucionar un problema grave de desocupación. “No cualquier tipo de persona puede habitar en el centro y aparentemente las familias, con hijos pequeños no podrían ser”.
A Naranjo Hernández le parece que lógicamente los habitantes del centro podrían ser temporales impulsando así el establecimiento de hoteles pequeños, hostales, casas de huéspedes, algunas formas de arrendamiento que se han perdido.

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