Reginald Green

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Una voz al teléfono le anuncia a Anna la noticia más esperada: ¡Hay un donante… su hijo por fin recibirá el trasplante de corazón que le salvará la vida! Ella aún no lo sabe, pero Nicholas Green, un niño estadounidense de siete años de edad, ha muerto en un asalto armado cuando vacacionaba con su familia en Roma, en 1994. La decisión que debieron tomar sus padres, Maggie y Reginald Green, desataría un fenómeno social alrededor del mundo —el efecto Nicholas— sobre la importancia de la donación de órganos, que ayudaría a incrementar este índice solamente en Italia en un trecientos por ciento durante los siguientes dos años.

En 1998 el realizador Robert Markowitz llevó la historia de la familia Green a la gran pantalla y, desde entonces, Reginald no ha cesado en su labor de concientización social sobre la importancia de una decisión oportuna. En entrevista, el padre de Nicholas nos comparte qué lo llevó a decidir donar los órganos de su pequeño:

“No fue una decisión tan difícil en realidad, la última vez que lo vimos sabíamos que no tenía mucho tiempo más de vida. Mi esposa me preguntó ‘¿Deberíamos donar?’, yo simplemente dije que sí, y eso fue todo. No recordamos haber discutido sobre la donación de órganos antes, pero en ese momento nos pareció muy claro. Cuando todo terminó, nos sorprendimos de cuánta gente se pudo salvar: dos personas que ya estaban quedándose ciegas y otras cinco que estaban muy cerca de la muerte. Diecinueve años después hemos perdido el contacto con dos de ellos, pero de los otros cinco sabemos que tienen vidas felices y saludables”.

Al paso de los años, ¿qué es lo positivo que ha quedado de aquella difícil experiencia?
Lo mejor ha sido saber que Nicholas en su muerte hizo del mundo un mejor lugar, y no nada más para esas siete personas, porque la historia fue alrededor de todo el mundo con lo que, literalmente, miles de personas —muchos de ellos niños que habrían muerto de no ser por la donación— lograron salvarse. Así que es todo un legado para un niño de siete años.

¿Por qué aceptó llevar la historia de Nicholas al cine?
Mi esposa y yo queríamos alcanzar a tanta gente como fuera posible, y de la manera más vívida. Creo que el cine puede llevar esa lección con un impacto más grande. Ahora cien millones de personas han visto esa película (El regalo de Nicholas) en todo el mundo, y cada vez que la transmiten en la televisión nos llegan correos desde Singapur, Australia o Venezuela, diciendo que la vieron y que les ayudó a cambiar su forma de pensar. Claro, en el filme tuvieron que modificar algunas cosas, pero la mayor parte fue justamente como sucedió. El hecho de que Jamie Lee Curtis —comenta con un indicio de humor— haya estado felizmente casada conmigo no puede ser, como dice mi esposa, más que una obra de ficción.

¿Qué opina de la donación de órganos, y qué le diría a aquéllos que tienen dudas al respecto?
Todos podemos estar en necesidad, algún día, de un trasplante. Si esto le pasara a alguien de tu familia harías todo lo posible por obtenerlo. Así que pienso que si vas a tomar esto de alguna persona algún día, también tú deberías ser capaz de darlo. En promedio, una decisión de donar salva tres o cuatro vidas, y quita muchísimo dolor, así que la opción es ayudar a esas personas o darles la espalda… para mí es perfectamente obvio cuál es la elección correcta. Cuando hablo a un gran público, o a través de los medios, yo sé que alguien va a tener que tomar esa decisión muy pronto, aunque aún no lo sepa, así que el destino de varias personas está en manos de esa deliberación. Ésta es una de las pocas cosas en la vida que sólo hablando de ella puede salvar vidas. Muchas familias dicen que “no” en un momento de dolor y es algo que los entristece de por vida.

¿Cómo describiría el papel de los medios de comunicación en la concientización del tema?
Gracias a los medios lo llamaron el efecto Nicholas, y se le conoce como el donante de órganos más famoso del mundo, asunto que sólo es importante gracias a que esta idea va a llegar a mucha gente. Todo esto es sobre salvar vidas. Hombres negros que llevan el corazón de gente blanca o latinoamericanos respirando a través de pulmones de personas chinas, es algo que nos demuestra que a pesar de tantos problemas que hay en el mundo, esto nos une.

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