Como una reforma ligth y de manga ancha para la autoridad, calificó el catedrático del Departamento de Impuestos del Centro Universitario de Ciencias Económico Administrativas (CUCEA), Martín Jaime Peña Guerrero, la aprobación en lo general de la reforma fiscal para el 2006 por parte del poder Legislativo.
La reforma es ligera porque tiene pocas modificaciones, pero además en términos generales, en poco beneficia a los contribuyentes cautivos.
Más bien, “perjudica a los cautivos y no beneficia en nada; lesiona porque siempre los cautivos somos quienes pagamos los platos rotos, mientras que los que están en la informalidad, en la ilegalidad siguen igual, son intocables”, dijo el catedrático.
Se calcula que los trabajadores formales que pagan impuestos son alrededor de 12 millones 700 mil, pero los que están en la informalidad son en promedio 28 millones.
De hecho, los informales “están inscritos en el SAT (Sistema de Administración Tributaria) pero no son contribuyentes, son de papel por el simple hecho de estar inscritos en ese padrón”.
En lo general y por unanimidad, la semana pasada fue aprobada, por la Cámara de Diputados, la miscelánea fiscal para el 2006, sin embargo, los grupos parlamentarios se guardaron a discusión particular los temas referentes al incremento del gravamen a los cigarros y a la exención de las bebidas endulzadas con fructuosa.
Legisladores del PRI, PAN y PRD se reservaron en total 14 artículos de las leyes del Impuesto Sobre la Renta (ISR) y del Impuesto Especial sobre Productos y Servicios (IEPS).
Para Peña Guerrero, no hay lugar a dudas que la propuesta de la miscelánea fiscal para el siguiente año “da manga ancha a la autoridad”.
Como ejemplo, dijo que en el Código Fiscal de la Federación hay una disposición en el artículo 5D que la autoridad le llama Preminencia del Fondo sobre la Forma. Ese término significa que “cuando alguna empresa utilice algunas figuras jurídicas y lo hace de manera artificiosa o impropia, se va a considerar como una evasión fiscal. De ahí que la autoridad podrá rechazar la determinación del impuesto del ejercicio, lo cual le da toda la facilidad a la autoridad y puede declarar que todos los actos son impropios”.
Hasta el cierre de esta edición (jueves 27 de octubre), incrementar el gravamen a los cigarros mantenía en franca discusión a los legisladores, incluso entre los integrantes del PAN.
La bancada del tricolor propondría que el IEPS que se cobra a los cigarros se mantenga en la tasa de 110 por ciento vigente este 2005. El dictamen aprobado por la Comisión de Hacienda de la Cámara de Diputados propuso incrementar el impuesto a un 130 por ciento, propuesta que fue secundada por la mayoría de los legisladores panistas.
¿Y la Iniciativa Privada?
El sector privado del país lamentó que al igual que en años anteriores, hoy se apruebe en lo general una miscelánea fiscal, en lugar de trabajar en una verdadera Reforma Fiscal Integral.
El Centro de Estudios Económicos del Sector Privado (CEESP) fijó su postura en un análisis a la opinión pública, en donde advirtió el riesgo de que el incremento de ingresos públicos solo aumente el gasto en rubros improductivos.
