Julio Ríos, periodista de La Gaceta de la Universidad de Guadalajara y el Sistema Universitario de Radio, Televisión y Cinematografía SURTyC, fue reconocido en la primera edición del Premio Nacional de Periodismo “Veritas in verbis”, convocado por el Foro Nacional de Periodistas y Comunicadores A.C.
Se reconoció a ocho trabajos de un total de 24 nominaciones, surgidas de una participación de 600 competidores de todo el país. La entrega se realizó el viernes 21 de abril de 2017 en el Palacio de la Cultura y Comunicación, en Zapopan, Jalisco.
Los ganadores son: Noticia. “Para polleros, el muro de Trump no será obstáculo”, por Cristina Gómez Lima, La Jornada, Hermosillo, Sonora; Entrevista. “Periodismo Secuestrado”, por Gustavo Cabullo Madrid, Revista Net, Ciudad Juárez, Chihuahua; Crónica. “Crónica de un engaño: los Chimalapas entre el olvido y la traición”, por Pablo Ramírez Puga, Extra Diario Expreso, Oaxaca, Oaxaca; Reportaje. “Crecen los ninis”, de Gerardo Moreno Valenzuela, Semanario Primera Plana, Hermosillo, Sonora; Fotografía. “Infierno”, de Emanuel Fernández Reyes. El Heraldo; Internet. “En tus propias palabras”, de José Francisco Alejandro Ruiz Robles, ASTL.TV, Ciudad de México; Televisión. “Días de furia”, Luis Alberto Fuentes y Sergio Olague, C7 Jalisco; Radio. “La leyenda de la dama elegante”, producido por Alfredo de Ávila Villanueva, Unión Radio 98.1 de F.M., Chihuahua, Chihuahua.
En radio, los finalistas fueron, además del ganador Alfredo de Ávila, “50 años de la Plaza de toros”, de Ramón Jorge Guardado Pérez, de Canal 580 A.M., y “Cicatrices que no cierran”, de Julio Ríos, trasmitido por el SURTyC. Ambos recibieron un diploma de segundo lugar como reconocimiento por ser finalistas.
En el evento, el presidente del Foro Nacional, Rafael Cano Franco, pidió que cesen las agresiones al gremio periodístico y que también deje de satanizarse a los periodistas al meterlos todos al mismo costal como personas que mal informan.
Las cicatrices del 22 de abril
“Cicatrices que no cierran”, editado radiofónicamente por Pablo González y reporteado, escrito y narrado por Julio Ríos, es un serial de tres capítulos en el que se reconstruye, no sólo lo ocurrido aquel miércoles negro con las explosiones del 22 de abril de 1992 en el Sector Reforma, sino la lucha de los damnificados, la división entre ellos alentada por las mismas autoridades y la impunidad, al no haber castigo para los responsables ni suficiente reparación del daño.
Además, retrata la situación actual, en un barrio que nunca se pudo reponer de la tragedia, pues muchas familias se han ido y las viviendas fueron sustituidas por negocios. Hasta la capilla está abandonada, porque a la Arquidiócesis de Guadalajara no le interesa predicar el Evangelio en un barrio pobre.
“Al recorrer las franjas de aquella destrucción aún se siente una atmósfera de desconsuelo y añoranzas. Por eso decimos que el Sector Reforma aún es una greca de heridas sin sanar. De cicatrices que no cierran”, dijo Ríos.
Enfatizó que en el siglo XXI los periodistas, además de ofrecer información verificada de fuentes confiables y dar el contexto para entender el acontecer cotidiano, deben ser capaces de manejar todas las herramientas multimedia o multiplataforma. Todo ello sin perderse entre la cascada de voces sin ton ni son que hay en la red.
“Quienes se conduzcan bajo estas características podrán consolidarse como garantía de confianza, y se distinguirán en medio del caos en que a veces se convierten las redes sociales. Sólo así seguiremos siendo motor de las trasformaciones sociales y contrapeso de los poderes públicos. La buena noticia es que no se necesita nada que no estemos ya capacitados para hacer”.
