Reclamo educativo

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    (carta resumida)

    En el mes de junio de este 2008 nos honraron con la publicación de una serie de reflexiones que calaron hondo en el ánimo de algunos y que fueron muy bien recibidas por muchos.
    Los días 13, 14 y 15 de agosto del 2008, se realizaron reuniones para analizar la vinculación que debe existir en los diferentes niveles de la educación básica; sin embargo, se omitió tocar el tema por órdenes de los directores de los diferentes niveles educativos, esto para evitar la discusión con los docentes.
    La SEJ continúa manejando la desinformación como mecanismo de poder y control e interpretando los planes, programas, reformas y la normatividad para mantener sus cotos de poder que les permiten manejar a su antojo las plazas, las tienditas escolares y las cuotas de padres de familia para sus fines políticos y personales.
    El presidente Felipe Calderón Hinojosa ha llamado no sólo a la sociedad civil a combatir a la corrupción y a la impunidad, también a las instituciones y a todos los servidores públicos; no obstante, estos lastres se enseñorean en la SEJ. Vemos cómo el director de secundarias generales, Salvador Rodríguez Lizola, protege a inspectores como el doctor Javier Reyes Delgado, del Sector 1, que ha sido señalado por padres de familia y una directora de su zona por mantener sus escuelas en un caos; y a los directores, como Antonio Oviedo Escobar, de la secundaria 63, y subdirectores, como Enrique Zepeda Vázquez y Jorge Arturo Silva Vargas, de la misma secundaria, que cometen todo tipo de irregularidades, incluso comprobadas en las auditorías que realiza la Contraloría del Estado.
    A aquellos que nos atrevemos a denunciar estos hechos, se nos suspende o cesa, como lo acaba de determinar el secretario de educación el pasado 19 de septiembre con su servidor, como escarmiento y ejemplo, como lo hacían los señores feudales o la Santa Inquisición.
    Al señor secretario de educación Jalisco, como servidor publico que soy, la ley lo faculta para sancionarme, pero como maestro que soy y como ciudadano, jamás podrá acallarme ante las injusticias que se cometen en nombre de la educación.

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