Rafael Rojas

1343

El otoño pasado era imposible tener un minuto con Rafael Rojas. Recién ganador el premio Isabel Polanco por su libro Repúblicas de aire. Utopía y desencanto en la revolución hispanoamericana, nuestra Feria Internacional del Libro fue un alud de reflectores para este historiador cubano que reside en México desde hace casi 20 años.
Ahora la cosa no es muy diferente: la coordinación del Departamento de Historia del Centro de Investigación y Docencia Económicas (CIDE) no le deja mucho tiempo libre. Pero este 20 de julio estuvo en Guadalajara para dar una conferencia como parte del programa de verano de estudios de posgrado del Middlebury College de Vermont, Estados Unidos. Consumidos los canapés y el vino de honor, aprovechamos el instante de la cena para sostener esta conversación, rodeada de noche y lluvia.

Usted habla de los efectos del ideal bolivariano y su caída en la Hispanoamérica en el siglo XIX. En la actualidad, ¿la unión política sigue desahuciada, ahora por la falta de ideales?
No lo pondría así. La utopía y el desencanto son estados mentales que siempre se activan y actualizan con cada situación política. Siempre estarán ahí. En Hispanoamérica ha habido en los últimos años dos proyectos de integración local más o menos exitosos: los países de la Alba (Alianza bolivariana para los pueblos de nuestra América), que tienden a un socialismo del siglo XXI y que tienen en común una resistencia hacia la hegemonía de Estados Unidos; por otro lado está la Unasur (Unión de naciones suramericanas), que es un sistema de colaboración supra ideológico, basado en la colaboración de mercados vecinos complementarios.

En estas estrategias geopolíticas, ¿dónde queda México?
Un error muy grave de la política exterior ha sido que desde los noventa, con la creación del Tratado de Libre Comercio de América del Norte, México ha tendido a la integración hacia el Norte solamente. Y está muy bien eso de construir una identidad norteamericana de México, el problema es que ha habido un descuido político de América Latina, cuando México podría tener un papel muy importante como puente entre ambas regiones. Ha faltado comprender esa naturaleza fronteriza de México. Ahora Calderón ha intentado recuperar esta diplomacia con Patricia Quiroz, lo cual está muy bien siempre y cuando no se descuide ahora al Norte. En esto hay que aprender de Brasil, que ha institucionalizado sus relaciones interamericanas, de modo que sus estrategias exteriores no cambian aunque cambie el gobierno.

¿Por qué es esto tan importante?
Porque este momento es la primera vez que los países latinoamericanos no tienen que conquistar la democracia, así que las prioridades cambian. Y también hemos pasado la época en que nos preguntábamos si la democracia realmente funcionaba, porque no resolvió nuestros problemas sociales. Ahora comprendemos que esos problemas no le corresponden al sistema de gobierno, sino al gobiernó en sí. Ahora los países latinoamericanos pueden preocuparse por crear alianzas internacionales, infraestructura, industria, etcétera. Excepto Cuba, que aún se enfrenta al problema de crear una economía de mercado con capacidad de gasto público, pues aunque ha sido de los que más ha gastado en salud, educación y derecho social, esto no ha sido sustentado en el crecimiento económico, sino en el subsidio, primero de Rusia,luego de Venezuela.

En este sentido, ¿considera un avance la liberación de presos políticos que se ha negociado últimamente?
Primero hay que esperar a que se complete el ciclo de liberaciones que han tratado la Iglesia católica y el gobierno español. Son 52, arrestados en la primavera de 2003. A ver si salen todos. Estos gestos son siempre importantes porque distienden la situación, y todos los actores se sienten mejor de una liberación como ésta. Pero una transición no comienza con esto. Sí es necesario bajar la presión, pero mientras el aparato judicial permanezca intacto, mientras se pueda criminalizar a los opositores y encarcelarlos, mientras no exista un ejercicio libre de la opinión, mientras el sistema no cambie no podemos hablar de un avance.

Artículo anteriorDictámenes de admisión 2010 B
Artículo siguienteConvocatorias