Protegerse del sol

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Uno de los riesgos astronómicos que enfrenta la población es la radiación que emite el sol, la cual hizo posible el desarrollo de la vida en la tierra. Existe la radiación ultravioleta, de la cual una parte es filtrada por la atmósfera y no alcanza a llegar, pero otra sí pasa, y es ahí donde radica el riesgo para la salud humana.

El físico Durruty de Alba Martínez dijo que en los días en que tenemos una atmósfera muy despejada, es probable que los índices de la radiación ultravioleta sean elevados y éste es un parámetro que es considerado en las ciudades que tienen una altitud como Guadalajara, porque puede representar un riesgo para la salud.

“Así como el reporte meteorológico nos da las condiciones de lluvia y temperatura, también nos debería de hablar del índice ultravioleta. La Universidad de Guadalajara, a través del Instituto de Astronomía y Meteorología (IAM), mantiene información en su página de internet, en la que cada diez minutos se actualizan los datos. Por ello, la recomendación sería tomar las precauciones y si van a estar expuestos al sol, utilizar filtros solares y ropa adecuada. El nivel de radiación bajo oscila en una escala de uno a dos, el moderado va de cuatro a cinco, mientras que el alto es de seis y siete, y muy alto entre ocho y diez.

Señaló que lamentablemente no existe aún una cultura de protección, y esto es una cuestión de educación, ya que en las instituciones educativas no se habla de la radiación electromagnética, sobre cómo nos puede ser de utilidad o perjudicar, dependiendo su uso o exposición.

“Se ha diluido mucho la enseñanza de esos temas en primarias, secundarias y preparatorias. No tenemos la noción de cómo se formó nuestro sistema solar y cómo está evolucionando”, subrayó.

A lo largo de la historia los fenómenos que ocurren en el cielo han suscitado algunos temores entre la población, y resaltó que en la época actual es muy remoto que pudiera darse un evento de tipo catastrófico como el de hace 65 millones de años, el choque de un asteroide en lo que hoy es la península de Yucatán, al que se le adjudica la desaparición de los dinosaurios.

“Los astrónomos están muy organizados a partir de la Unión Astronómica Internacional y los objetos potencialmente peligrosos son monitoreados. Cuando se habla de un riesgo de colisión se refiere a un horizonte temporal de 60 o 70 años”, concluyó.

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