Protagonistas en Berlín

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La forma de vida de las comunidades wixaritári, de la sierra norte de Jalisco, se presentará ante los ojos de las audiencias más jóvenes de la Berlinale entre el 11 y el 21 de febrero.

El día a día de una madre y su hijo, quienes viven en la orilla más alejada de una comunidad indígena de por sí aislada de los centros urbanos, y la historia de dos inseparables hermanos gemelos que pronto seguirán caminos distintos se exhibirán en la capital alemana a través de los documentales Aurelia y Pedro y Neiwa, ambos escritos y dirigidos por estudiantes del Departamento de Imagen y Sonido del Centro Universitario de Arte, Arquitectura y Diseño.

Omar Robles y José Permar dirigieron Aurelia y Pedro, Javier Vázquez y Abraham Cruz concluyeron Neiwa en 2015. Los dos equipos formaron parte de la segunda misión de estudiantes del Departamento de Imagen y Sonido (DIS) que han visitado la sierra huichola para encontrarse con una realidad muy distinta a la propia y narrar las historias de comunidades que mantienen sus costumbres y tradiciones y sólo establecen contacto intermitente con el mundo occidental.

El fallecido maestro emérito de la Universidad de Guadalajara, Boris Goldenblank, y la catedrática de la asignatura Documental de la Licenciatura en Artes Audiovisuales, Gabriela Ruvalcaba Rentería, aparecen como productores de ambos documentales. “El maestro Boris fue un impulsor de este proyecto, que buscó siempre que tuviera un sentido social, que la licenciatura y su visión educativa no solamente fuera artística, sino la creación artística con un sentido social”, destaca el director de la División de Artes y Humanidades del CUAAD, Jorge Enrique Zambrano Zambrano.

El equipo, que en varias ocasiones visitó la comunidad de San Miguel Huaixtita, empatizó con la gente de la comunidad y, finalmente, desarrolló ocho productos audiovisuales de corte documental como parte de un proceso formativo exclusivo de la licenciatura del DIS, que estuvo conformado por 20 aspirantes a cineastas.

Ruvalcaba Rentería explica el proceso: ella y la gerente de producción realizaron un primer scouting en la comunidad en colaboración con la Unidad de Apoyo a Comunidades Indígenas de la Coordinación de Vinculación y Servicio Social de la UdeG. Ambas detectaron las temáticas vigentes y las mostraron a los alumnos para que éstos desarrollaran sus trabajos en torno a una de ellas. Así fue como Omar Robles y José Permar conocieron a la mujer y al chico que protagonizan esa historia de amor profundo entre madre e hijo, que por título lleva simplemente los nombres de quienes la viven. No fue así en el caso de Neiwa, cuyos directores dieron con su historia fortuitamente.

“Estábamos instalados en un albergue en el pueblo y llegaron los niños a cotorrear con nosotros. Empezaron a llegar seguido con nosotros y empezamos a hablar con ellos y a jugar. Empezó a formarse una amistad entre ellos y nosotros. Conociéndolos poco a poco comenzaron a salir cosas: además de que son gemelos muy listos y muy peculiares nos empezaron a llamar la atención cosas muy particulares, como sus intereses y cómo veían ellos el mundo”, revela Abraham Cruz.

Los documentales seleccionados por la Berlinale se integran a la sección en competencia Generation Kplus, que cada año proyecta largometrajes y cortos en cinco sedes de Berlín ante unos sesenta y cinco mil niños y jóvenes. Las películas son calificadas por un jurado integrado por once niños, siete adolescentes y un jurado internacional quienes otorgan el Oso de Oro y el Premio Especial del Jurado Internacional Generation Kplus en las categorías largometraje y cortometraje a las producciones más destacadas de cada año. El Premio Especial está dotado con dos mil quinientos euros en el caso de cortometrajes.

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