La Cátedra UNESCO de la Juventud, que coordinan los investigadores de la Universidad de Guadalajara, María Esmeralda Correa Cortez y Mario Gerardo Cervantes Medina, establecieron un acuerdo con el presidente de la Comisión de Juventud de la Cámara de Diputados del Congreso de la Unión, que preside el diputado panista, José Luis Oliveros Usabiaga.
Cervantes Medina, investigador del Departamento de Sociología del Centro Universitario de Ciencias Sociales y Humanidades (CUCSH), explica que este acuerdo firmado con el Congreso de la Unión servirá para intercambiar información, realizar investigaciones conjuntas y, sobre todo, proponer iniciativas o reformas de ley. “Esto es muy importante, porque nosotros tenemos propuestas y ellos las necesitan”.
“De entrada llevamos tres propuestas. La primera es atender el trastorno de déficit de atención que se contempla en la Ley de educación, pero está sesgada y la proponemos integral, y que exista la obligatoriedad del Estado en cuanto a la atención de niños y jóvenes que tengan este problema”.
Otra propuesta que plantearon los investigadores fue atender el problema que surge en los cibercafés con los niños y jóvenes que a ellos asisten.
“Tenemos un estudio que dice que estos sitios carecen de control y regulación. Al principio, se instalaron para comunicarse y hacer tareas, pero ahora vemos que los adultos que los manejan les hacen las tareas a los chicos y ellos pasan horas detrás de las pantallas en los videojuegos”.
La tercera propuesta que presentaron fue la de contar con un centro de atención en torno a las adicciones a la tecnología.
Como parte de los trabajos de la Cátedra UNESCO de la Juventud este lunes 22 de julio se organiza el Seminario Permanente Itinerante, en la sede del Sistema de Educación Media Superior (SEMS), donde se abordarán los temas: “Situación de los jóvenes con relación a la violencia y el narcotráfico en México”, “Aproximaciones a la recepción televisiva: el caso de jóvenes bachilleres de la UdeG”, y “¿Quién programa las redes sociales en internet? El caso del Twitter en el movimiento Yo Soy 132 en México”.
