Profesores de derecho

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    Para lograr un mejor desempeño desde un ámbito personal, los docentes de la carrera de derecho deberán estar motivados para mantener la vitalidad necesaria para desempeñar su trabajo en un ambiente laboral adecuado y acorde a sus expectativas de vida.
    Un profesor frustrado no podrá transmitir a sus alumnos otra cosa que sus propias frustraciones.
    Desde la perspectiva universitaria, para lograr la excelencia de su actividad profesional, deberá mantener una formación continua y combinar su propio aprendizaje mediante la investigación con la enseñanza.
    Es necesaria la búsqueda permanente de nuevas técnicas de enseñanza, ante la renuencia a cambiar el método de la cátedra magistral que ha venido imperando por muchos años en las escuelas y facultades de derecho.
    Los profesores no pueden ni deben quedarse al margen de los avances científicos y tecnológicos que prevalecen en la actualidad, cambios a los que no escapa la enseñanza del derecho.
    La educación superior está asumiendo nuevos compromisos y retos, por lo que un profesor anticuado, que además ha perdido vitalidad, no resulta atractivo para sus alumnos y menos incita al aprendizaje y a la comprensión, pues los alumnos de hoy están muy familiarizados con herramientas tecnológicamente novedosas, con las que realizan parte de las tareas de su vida cotidiana.
    El docente debe adaptarse a estos tiempos de cambios permanentes.

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